Tenemos que ser la iglesia que vence porque Cristo venció en la cruz.
La palabra en Hechos 2:43-47 habla de la iglesia primitiva, había temor reverente en ella, también milagros, prodigios y maravillas de Dios. Tenían todo en común, y el Señor añadía a la Iglesia a los que serían salvos.
¿Por qué la iglesia primitiva creció tan rápido y hoy en dia no podemos crecer de la misma manera, si es el mismo Dios?
Muchas Iglesias locales están estancadas, y cuando vamos a la escritura, ésta no nos habla de estancamiento sino de crecimiento.
Todo crecimiento de una iglesia depende de la propia iglesia, no del Señor.
Hay alguien que nunca debemos dejar de lado hermanos, líderes y pastores, hay alguien extremadamente importante, ese es el Espíritu Santo.
En este texto bíblico hay características para crecer, cualquiera iglesia en este tiempo tomándose de esa palabra, crecerá. En dicha palabra encontramos unos principios importantes para ser una Iglesia vencedora:
1- Temor reverente a Dios
2- Dependencia de Dios
3- Deseo ferviente de obedecer al Espíritu Santo
4- Tener en la mente hacer la obra de Dios para que la iglesia crezca
5- Sin temor a Dios no podemos servirle
6- El temor reverente al Señor debe estar en cada miembro de la iglesia
Como dice en Mateo 7: 21-23 debemos estar constantemente escuchando la voz de Dios para hacer su voluntad, y tener un corazón sincero.
Todo lo que hagamos debemos hacerlo desde el soplo del espíritu y no desde nuestra propia razón. Si una persona tiene temor de Dios, puede venir desgano pero no lo dejará quedarse en su vida, sino que vencerá.
Algo más tenía esta iglesia, según lo vemos en Hechos 9:31, eso era liberalidad, lo que significa amar al otro como Dios me ama a mí, eso es lo que Dios ama y lo que está buscando.
Liberalidad es evangelizar, ganar almas, donde hay liberalidad ese corazón esta lleno del amor de Dios.
La palabra nos enseña en Lucas 21:1 que es mejor dar que recibir. Dar algo por amor, eso provoca algo en el ambiente espiritual
El llamado que Dios nos está haciendo, es volver al amor de los unos por los otros.
“Iglesia no quiero que el amor se pierda, porque si Dios dijo que seriamos conocidos por el amor, debemos estar alineados con la voz del Señor”.
Dios tiene un sueño, una visión y un proyecto para esta casa, para esta ciudad y nación, y debemos hacer la buena obra del Señor.