Como hijos de Dios apegados a su Palabra, el mayor anhelo es poder cumplir sus mandamientos, y entre ellos, el bautismo, el cual es un acto donde el cristiano es sumergido en agua para simbolizar el fin de un modo de vida, y el comienzo de algo nuevo. Tal lo explica 1 Pedro 3:21. “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”
En este último tiempo, debido a la pandemia, las actividades continuas del Ministerio han sido suspendidas por instrucción del Gobierno nacional, esto con el fin de limitar los contagios del Covid-19. Sin embargo, después de un año y tres meses, se abrió una ventana para poder realizar ciertas reuniones, y los tan esperados bautismos, bajo el orden y cumplimiento de los protocolos de bioseguridad.
Los bautismos se llevaron a cabo durante las dos últimas semanas del mes de junio, y estuvieron encabezados por los pastores del Ministerio, cumpliendo la gran comisión establecida en Mateo 28:19-20: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”. Quienes durante este acto de amor, oraron por las personas, enseñaron principios sobre este paso de obediencia, le obsequiaron detalles y les animaron a seguir la buena batalla de la fe.
Información importante:
Nuestro Ministerio realiza estas actividades, ajustados a las medidas sanitarias establecidas por los entes gubernamentales, procurando el bienestar y salud de cada persona que forma parte de esta familia.