Hay personas a las que les cuesta congregarse, algunas van domingo por medio al templo, mientras que otras, aunque un día aceptaron al Señor en su corazón, decidieron dejar de asistir a las reuniones dominicales o cualquier actividad de la Iglesia.
Dios estableció la iglesia para que su pueblo se pueda congregar, no es un capricho del pastor; hay principios y mandatos en la Palabra del Señor que dicen esto, “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”, Hebreos 10:25.
Anteriormente era normal ver cristianos por la calle con su Biblia bajo del brazo, hoy día como estamos modernos, sólo se conforman con tenerla en el celular. El modernismo en este tiempo, nos está llevando a una iglesia “light”, sin principios, y parece ser que eso es lo que queremos, un cristianismo sin compromisos.
Ciertamente, el Señor ha ido renovando aspectos de la iglesia, sin embargo, eso no debe influir en dejar de congregarnos los domingos, porque nuestro Padre Celestial estuvo esperándonos durante toda la semana para que le dediquemos este día a Él, es tan bueno que nos regala seis días para nosotros, y sólo nos pide un día para adorarlo. Dios nos quiere para Él.
¡Hermanos! Hay cosas que no son lógicas, la Palabra y los principios de Dios no son lógicas, son espirituales, y es en lo espiritual que vas a alcanzar las bendiciones. La Iglesia cumple funciones importantes y fundamentales, aquí nos apoyamos los unos a los otros, sí la tempestad viene a la vida de alguno de nosotros, nos enraizamos en Jesús, y juntos soportaremos y superaremos todo.
En Lucas 4:16, la Biblia expresa que Jesús entró en la Sinagoga conforme a su costumbre. En ese tiempo, las sinagogas eran el lugar más espiritual, donde se reunían para alabar a Jehová; lo que quiere decirnos, que sí Jesús, el Hijo de Dios, se congregaba, con más empeño deberíamos hacerlo nosotros.
De acuerdo a este mismo texto, Lucas 4:16-21, nos hace referencia a que Jesús estaba involucrado en las cosas de la Sinagoga, por cuanto tuvo la oportunidad de leer ante la congregación un extracto del libro del profeta Isaías; eso quiere decir, que era conocido o una persona de confianza en la Iglesia.
Para que seas reconocido, debes involucrarte y comprometerte. Nunca vas a ser de confianza, si no comienzas a servir a Dios en algún área de la congregación. En la Iglesia es donde el Señor va a transformar tu vida.
En conclusión, podemos decir que debemos congregarnos:
1- Porque Jesús lo hizo
2- Para aprender de Dios
3- Congregarnos nos da un propósito
4- Para dar forma a nuestra vida cristiana