Esta es un palabra que Dios trajo a mi espíritu y sé que vas a salir renovado, empoderado y te hará que siempre estés ataviado con vestidos nuevos, está basada en Marcos 2:21-22, porque pareciera que muchas veces con el pasar de los años que ya alcanzamos la meta con el hecho de pertenecer a un lugar de liderazgo o posición ministerial y dejamos de orar, ayunar y buscar la presencia de Dios, cuando no debe ser así, sino que siempre debemos estar renovándonos y estar al filo cortante de lo que Dios está hablando actualmente.
Dios siempre está desatando un vino nuevo, en lo natural el vino siempre provoca una reacción en la persona, pero meditando en ello pude darme cuenta que cada día necesito ser lleno de lo nuevo de Dios, porque Él todo los días derrama de su frescura y llenura.
Quiero que meditemos en esto ¿qué es el odre? El odre era hecho con el cuero de un animal y tenía que pasar por un proceso, pues debía estar preparado para ser un recipiente fuerte y resistente para cuando el vino nuevo fuera vaciado no se rompiera.
Nosotros somos los odres, pero cada día las áreas deben ser procesadas, pues muchas veces las personas quieren ver la gloria pero no pasar por los procesos y transformación, y éstos son necesarios para recibir el vino nuevo de Dios.
Desde la resurrección de Jesús hasta el Día de Pentecostés pasaron 60 días, transición que pasaron los discípulos para estar preparados para cuando el Espíritu Santo viniese soportaran el peso de la gloria de Dios, porque siempre habrá una manifestación y evidencia de lo que se soportó en el proceso, Hechos 2:1.
En Hechos 2:14-15 nos revela que en los momentos de mayor aflicción son los momentos de mayor conversión. Aquí vemos a un Pedro totalmente transformado al recibir el bautismo del Espíritu Santo y como se dejó usar para ganar a miles de almas para Cristo.
Dios está derramando un vino nuevo para ganar multitudes, pero tenemos que sacudirnos de toda religiosidad, vano conocimiento y todo aquello que impide que llegue lo nuevo de Dios en nuestra vida.
El vino representa el Espíritu Santo que día tras día quiere derramarse con algo novedoso para tu vida, Iglesia, país y naciones del mundo, pero necesita un odre nuevo y nosotros representamos esa vasija donde el Espíritu de Dios quiere derramarse para manifestar el peso de su gloria.
Iglesia prepárate porque esto es una antesala de lo que Dios quiere hacer en el 2020, a pesar que en el ambiente de Chile físicamente se vea conflictos, se aproxima una nueva temporada donde su Espíritu se derramará sobre toda carne y miles se convertirán a Jesús.