En estos días le preguntaba al Señor ¿qué le puedo ministrar al pueblo? Y Dios me habló sobre el poder de la sangre y de la resurrección. Es importante que como iglesia, entendamos esa autoridad delegada de parte de Dios y el poder de la sangre del Cordero.

“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte” Apocalipsis 12:11.

Dice la Escritura, que ellos le vencieron y nos hacemos una primera interrogante ¿quiénes son ellos? Ellos son los de Jesús. La segunda pregunta es ¿a quién vencieron? Los discípulos vencieron a Satanás.  En una batalla siempre hay dos ejércitos,  uno que vence y otro que es vencido, en este caso los discípulos pudieron vencer a Satanás y todo lo que él hizo como estrategia, porque ellos tenían la sangre del Cordero.

Iglesia escrito está, que ya le vencimos al diablo por el poder de la sangre de Cristo.

Ahora le doy un ejemplo para que comprenda bien lo que quiero enseñarle, si usted compra una casa pero no le dan la llave, usted no podrá entrar y disfrutar de su casa.

Hoy yo quiero mostrarle que la llave para disfrutar en medio de la crisis está en la autoridad delegada de Jesús que tenemos como hijos de Dios.

“Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí” 1 Corintios 11:23-24.

Cuando nosotros tomamos la Santa Cena en memoria, estamos trayendo al presente lo que Jesús hizo hace más de dos mil años atrás.

La llave es saber y declarar en fe que lo que Jesús hizo años atrás, está operando ahora. Él se llevó toda enfermedad, la Palabra dice, que por sus llagas nosotros fuimos y somos sanos.

Para eso hay que entender algo más, como hijos de Dios nos movemos en dos dimensiones, en lo natural y en la eternidad, quiere decir que, estando ahora aquí en el momento presente, puede irrumpir la eternidad de Dios y Él puede entrar en su casa ahora mismo, porque el Señor no tiene límites, eso sí, Él lo hace donde hay expectativa, donde hay fe.

Cuando usted esté en crisis, presente Santa Cena para que se abra un portal espiritual sobre su vida, pero no lo haga como un rito o religión, sino con revelación, es hacer memoria y traer al presente el sacrificio de Jesús.

Es importante que al tomar la Santa Cena, digamos “Satanás te voy a recordar algo, yo se que Jesús de Nazareth te venció en la Cruz del calvario y que a través de ese sacrificio tu ya no tienes ningún poder”.

Para tomar la Santa Cena, tenemos que librarnos de nuestros pecados, tenemos que perdonar a quiénes nos han ofendido.

Los discípulos estuvieron con Jesús cuando hizo la Santa Cena, y Pablo aunque no estuvo en ese momento, dice la Palabra que lo hizo por revelación. Pueblo debemos hacerlo con revelación, con eso se rasgan los velos y usted empieza a ver lo que antes no veía, y se llena de fe. Tenemos que comer y beber no para juicio, sino para que venga el poder de Dios sobre nosotros.
Cosas ocurren cuando tomamos la Santa Cena:

1- Le recordamos a Satanás que esta derrotado, vencido, que no tiene poder sobre nosotros y que la muerte no nos alcanzará.

2- Se abre un portal espiritual en la eternidad, sobre su vida, su familia, sobre su economía.
Los portales espirituales solo se abren donde hay sacrificios, por eso vemos que los brujos hacen sacrificios de animales para que se le abran portales espirituales.

Cuando yo en Cristo tomo Santa Cena, abro el portal para que venga poder de Dios sobre mi vida. Nosotros también tenemos que hacer sacrificio, de oración, alabanza, ayuno, ofrenda, cuando hacemos esto, también abrimos un portal para que venga sanidad y liberación a nosotros; aunque ya Cristo hizo el sacrificio mayor, Él derramó su sangre, y su sangre es más poderosa que cualquier otro sacrificio.

3-  El velo es rasgado y empiezan a ocurrir cosas sobrenaturales en su vida y en su entorno. Jesús dijo que el que no come de su cuerpo y no toma de su sangre, no es digno de Él, y lo dice en término espiritual,  porque quién no toma Santa Cena, no cree en lo que Cristo hizo hace más de dos mil años.

En el Antiguo Testamento se colocaba con hisopo sangre de animales sacrificados en las puertas, como un pacto de Dios con los hombres, dice la Escritura que donde estaba la marca de sangre, la muerte,  hambruna y pestilencia no entraba, el ángel de la muerte no tocaba esas casas.

Si usted toma santa cena con revelación, cuando unge con aceite su cabeza y su cuerpo, también se puede hacer sobre lo material, para que nada de lo que tiene, le sea quitado.

A través de la Santa Cena, es importante aplicar la sangre del Cordero de la siguiente manera:

Primero, sobre usted, sobre su cuerpo, su familia, su hogar. Luego hágalo, aplicándola de manera profética sobre sus cosas materiales, su carro, su teléfono, su televisor y demás.

También coloque sobre su mente, sus ojos, sus pensamientos de envidia, codicia o deseos impuros. Y por último, apliquela en su entorno, con el poder que hay delegado por Jesús en usted, empiece a demarcar su territorio, levantar muros de fuego sobre casa. Cuando le digo que la va a aplicar, no es que va a derramar la Santa Cena por todos lados, sino que usted la toma y con el poder que hay dentro de usted, empieza a declarar y aplicar de manera profética,  con revelación y respeto.

La sangre de Cristo es sobrenatural, habla de la resurrección de Jesús, trae el poder de la resurrección, es vida eterna, nos revela a un Dios trino, fue ofrecida a través de un poder redentivo, por eso es tan importante, en este tiempo que estamos viviendo y siempre, tomar la Santa Cena.

Tenemos que declarar, que así como los discípulos vencieron cualquier estrategia del diablo, y por el poder de la sangre del Cordero, no habrá Coronavirus o Covid-19 que lo toque a usted ni a su familia, en el nombre de Jesús. Amén.