En estos días el Espíritu Santo me llevó a caminar fuera del templo, por las calles del centro de Iquique, todos estaban con sus mascarillas por lo que no pude identificar mucho quien es quien, pero el Señor me hizo mirar los ojos de las personas y lo que había dentro de ellos a través de su mirada. Pude ver en algunos desesperanza, miedo, afán. Y el Espíritu de Dios me dijo “ellos han perdido la esperanza”, el cómo la humanidad está sin esperanza.
La iglesia de Jesucristo ha perdido el amor y la pasión por las almas, porque no entienden que ganar almas está en el corazón de Dios, ganar personas para el Reino es el deseo más grande que Dios tiene. Normalmente, las iglesias crecen porque hay personas que se cambian de un templo a otro, más no, porque están ganando almas. El llamado de la iglesia es ir por el que no conoce nada, ir por el perdido. Estamos en una nueva era y la gente necesita una salida, necesitan conocer que esa salida que andan buscando se llama Jesús.
Pueblo, el ganar almas es un mandamiento de Dios, si cada persona que viene a esta iglesia en un año se comprometiera a ganar dos personas, en un año seríamos 1500 miembros, y en unos cinco años ya toda la ciudad estaría ganada para Cristo; pero el problema está en los que ya conocieron a Jesús que no han adquirido este mandato.
Hay siete razones bíblicas por la que usted debe ganar almas:
1- Es un mandato de Dios, es la gran comisión de Jesús.
2- Es la voluntad de Dios, no es para nosotros sino para Dios.
3- Porque la cosecha de los últimos tiempos está lista, lo que tenemos que hacer es ir y tomarla.
4- La venida de Jesús está pronta, y Él está queriendo alcanzar al perdido y somos nosotros quienes los vamos a alcanzar.
5- La sangre del inconverso será sobre nosotros, el Señor nos pedirá cuenta tal como lo dice Ezequiel 3:17-20.
6- Somos ganadores de alma porque somos testigos de Jesús, para que testifiquemos que Él es verdadero
7- Porque el infierno es real, ese lugar fue creado para el diablo y sus demonios, cuando usted entiende eso no querrá que nadie vaya al infierno, recuerde que el cielo es real y Dios lo hizo para todos nosotros
Cuando usted mire a alguien, yo quiero que usted se imagine esto, imagínelo envuelto en fuego, usted y yo somos los únicos que podemos apagar ese fuego del infierno. Todos debemos predicar de Jesús, no es solo una tarea de los pastores y evangelistas, sino de todos los creyentes.
En Hechos 2:47 dice “Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”.
Fíjese que cada día Él añadía a alguien que venía arrepentido y quería conocerle. Si usted dejó de predicar de Jesús, usted perdió el amor por el perdido, Dios nos alcanzó a nosotros y ahora quiere alcanzar a otros usándolo a usted, el evangelismo debe ser un estilo de vida para cada uno de los creyentes, como cepillarnos los dientes. A donde quiera que usted vaya, debe ganar almas, hablarle a alguien
¿Cuáles son las llaves para poder predicar?
1- Suplir la necesidad. Cuando hay una persona enferma, aunque es Dios quien lo sana, él lo va a usar a usted para suplir la necesidad de esa persona.
2- Escuchar la necesidad. Debe aprender a oír a la gente y luego ore por ellos, háblele de Jesús.
3- Cuando usted identifica la necesidad. Luego de hacerle una liberación, debe acompañar a la persona.
4- Haga una relación. Sea amigo de esa persona y deje la apatía a un lado, tenemos que establecer relaciones y ser amigables.
5- Vaya a donde está la necesidad. Debemos ir a buscarlos a donde estén, salir de nuestra comodidad e ir a donde está la necesidad.
6- Mírelos como Dios lo ve. Jesús murió por el drogadicto, por la persona que está delinquiendo y por todos nosotros. No lo mire de manera natural, sino con el amor sobrenatural de Dios.
7- Tenemos que darle valor a las personas.
8- Amar con el amor de Dios.
9- El sabio es el que gana almas.
10- Dios nos ha dado poder y autoridad para suplir la necesidad.
El propósito no es sólo ganar almas, es añadirlas. Muchos de nosotros hemos traído gente a la iglesia y la dejamos por su cuenta, cuando debemos hacerlo parte del Ministerio, porque el propósito de Dios es llevarlos a que sean discípulos de Jesús, pero no lo lograrán sino hay un amigo que los ame y los establezca.
En Mateo 28: 18-20, Jesús está dando el mandato, está diciendo que todos debemos ir, está mandando a hacer discípulos, eso es añadirlos y establecerlos. Hay algo poderoso, y es que el Señor da un mandato pero también da la bendición; todo aquel que está haciendo discípulos dice Dios que estará con ellos hasta el final.
Hay varias razones por las que la gente no quiere hacer discípulos, ellas son:
1- Por ignorancia. La mayoría no sabe qué decir, ni cómo, porque están llenos de ignorancia, Dios no le trajo al Reino para que sea un ignorante.
2- Temor al rechazo. La gente tiene miedo de que la rechacen, pero no olvide que Jesús fue rechazado por los suyos como dice la Palabra. “Es mejor un minuto de rechazo, que un alma que se va al infierno”; por eso debemos estar dispuestos a que nos rechacen.
3- No tiene amor al perdido. Están consumidos en su propia vida, sumergidos en sus problemas y no tienen como prioridad ganar almas.
1 Corintios 9:16 “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” En ese sentido, nuestra principal motivación para ganar almas debe ser el temor a Dios, la Biblia dice que Él demandará de tus manos la sangre de cualquiera.
La Biblia relata en Juan 4:31-36 que los discípulos fueron a buscarle comida a Jesús y cuando regresaron le rogaban que comiera, pero Él les dijo que tenía una comida que ellos no conocían, esa comida era hacer el mandato y la voluntad de su Padre.
Hermanos hemos pasado por un Covid-19, el mundo ha perdido las esperanzas, y nosotros tenemos la respuesta de primera fuente, Jesús dice ¡el campo está listo!, vayan a recoger, ganen, traigan cuiden, establezcan, hagan discípulos, levanta la mirada.
Durante mucho tiempo hemos orado por un avivamiento, pero sabe usted ¿cuándo va a suceder? La respuesta es: cuando salgamos de las cuatro paredes, es la Iglesia quien trae el avivamiento, cuando se activa. Tenemos que recoger el salario, la paga de esas oraciones son las almas, hay que llegar al inconverso para recoger el fruto para vida eterna.
La Iglesia necesita entrar en el movimiento de acelerarse, las naciones no serán para Cristo si usted no sale a devolverle la esperanza a los perdidos. La primera y más poderosa expresión de amor es el sacrificio de Jesús, el amor de Dios es un misterio para el diablo, porque se manifestó en un sacrificio, los únicos que podemos entender ese misterio somos los que hemos sido lavados con su sangre. Para usted y para mí el amor de Dios no es un misterio porque lo hemos experimentado, no sólo cuando lo conocimos, sino cada vez que le fallamos y nos arrepentimos, Él nos perdona por amor.
Entienda esto, cuando el diablo te ve caminar, tiembla, porque hay una sóla cosa que no puede falsificar el diablo, y eso es el amor; porque no tiene amor en él, todo lo que hay en él es odio, odia a Dios, a Jesús, odia a la creación. El diablo tiembla porque en nosotros está el amor de Dios, y eso quiere decir, que también está el poder de Dios.
Es el tiempo iglesia, traigo un llamado hoy día de parte del Padre, es tiempo de caminar en el amor por el perdido, hay mucha gente sin esperanza, tenemos la experiencia de Jesús y el amor de Dios para amar la almas.
¡Levanta la mirada, que la cosecha está lista!