La Biblia en Efesios 7:12-13, nos hace entender que aunque siempre vamos a tener problemas, circunstancias, persecuciones pero la Palabra de Dios dice que debemos estar alertas y tomar las armaduras, las herramientas que el Señor nos ha dado, entendiendo que la lucha continua no es contra las personas, contra los compañeros de trabajo o la familia, sino contra principados y potestades.
Nuestro enojo no debe ser con las personas sino con satanás. Sí usted sigue creyendo que el problema es la persona, usted no va a vencer, no va a avanzar, el enfoque es nuestro enemigo, y su enemigo no es su jefe ni su familiar sino el diablo.
Pablo habla de esta lucha, y ésta era una lucha grecorromana, la cual era personal de cuerpo a cuerpo, pero no de golpes sino de fuerza. Por ello, en la Escritura nos dice que debemos tomar la fuerza del Señor porque esta lucha que tenemos con potestades y demonios la vamos a vencer con sus fuerzas.
Archi palabra griega que significa gobernando, asimismo de esta se deriva la palabra arcángel, que es uno que gobierna a otros; así como la palabra Arzobispo. Mientras que la palabra principados, significa demonios que gobiernan a otros, príncipes que tienen dominio sobre otros príncipes de maldad.
En ese mismo orden, “Potestades” es la palabra exousía, que esta relacionada con el que tiene autoridad de hacer una actividad. Es importante entender, que los principados no trabajan solos sino que van con potestades. Cada principado tiene un área de gobierno, por ejemplo hay demonios que trabajan solo metiéndole droga a la gente, hay otros que trabajan para la pobreza de las personas, lo que quiere decir que cada uno tiene una tarea específica de autoridad, que puede ser el alcohol, la prostitución, la pornografía.
En Efesios 2:2, la palabra quiere decir que nosotros anduvimos dominados por los principados y potestades. Este demonio opera bajo los hijos de desobediencia, pero si usted vino a Cristo y está obedeciendo sus principios y leyes, entonces estas huestes y príncipes de maldad no operan en su vida, la clave es la obediencia.
La palabra Satanás significa opositor del propósito de Dios, lo que quiere decir que cuando usted se aleja del propósito de Dios está siendo gobernado por el príncipe de aire, satanás. Usted y yo tenemos un propósito en Dios, la Palabra dice que fuimos apartados en el vientre de nuestra madre.
Sí usted está sirviendo en el Reino, entonces ya usted le dió la primera estocada al diablo. En el pasado le servíamos al príncipe de este mundo, y fuimos comprados a precio de sangre, entonces debemos servir a aquel que entrego su vida por nosotros, si usted está sirviendo, está honrando a Dios.
Diablo significa acusador, chismoso, mentiroso, cada vez que usted murmura de alguien usted une su lengua al diablo. Por eso, nunca debe hablar mal de alguien, sea quien sea; la palabra del Señor dice que Él nos hace santos. Fuimos llamados a hablar con Jesús, con el Padre y con los Santos, no para entretenernos con el diablo, usted lo que tiene que decirle es ¡cállate diablo!
En Apocalipsis dice que el diablo nos acusa día y noche, el arma número que usa en nuestra contra es la culpabilidad. A veces cuando nos hemos equivocado, o hemos pecado nos sentimos indignos, y eso viene de alguien que le está acusando, lo que tiene que decirle es ¡cállate chismoso, consumado es!
Sí alguien tiene que acusar a alguien, es la iglesia de Jesucristo quien tiene que acusar al diablo. ¿A quien le vas a creer, a quien pago el precio y venció en la cruz o al mentiroso?
La Biblia dice que el príncipe del aire no gobierna sobre todo el mundo, sino que se mueve en la atmósfera baja, gobierna sobre los hijos de desobediencia. Toda persona que está en desobediencia está siendo influenciado por el príncipe de las tinieblas.
En esta tierra hay un aire en el que estamos envueltos, pero aunque estemos en esta tierra no quiere decir que seamos dominados por satanás.
Los hijos de desobediencia son todos los hijos de Dios, porque todos fuimos creados por Dios; estos son los que no conocen de Dios y los que aunque lo conocen no cumplen con los principios del Señor.
Si usted y yo somos parte del cuerpo, el cuerpo no se puede desmembrar. Si usted ve a alguien que está obrando mal, no murmure sobre él, sino ore para que esa persona cambie.
“El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo”Colosenses 1:13.
Quién nos libró de las tinieblas fue el Padre, y la razón es porque Dios Padre tiene un propósito eterno con nosotros, Él nos predestinó. Jesús siempre supo desde el comienzo que tenía que morir por nosotros, para cumplir la voluntad de Dios, porque quien tiene el poder, la potestad y el señorío completo es el Padre, Jehová Dios.
Dios nos libertó de la autoridad que tenía satanás sobre nosotros, la pregunta es ¿quién le dio la autoridad a satanás? Y quien le dio esa autoridad fue el Padre. Pero ya el enemigo no tiene autoridad sobre nosotros, porque consumado fue, Jesús cumplió el propósito de Dios.
Dios le ha dado la autoridad a satanás de mantener cautivos a las personas que están en desobediencia. Las enfermedades son productos de una desobediencia, cuando las personas se arrepienten y deciden ser libres entonces serán sanadas. Aunque nos equivoquemos, la gracia de Jesucristo sigue operando. La salvación no se recibe por obra sino por gracia, nosotros hemos sido salvos por la gracia de Jesucristo.
La Biblia en Job 41:34, nos habla de otro espíritu que se llama Leviatán, este es otro nombre para satanás, este es el espíritu del orgullo. Cuando una persona camina en desobediencia, es soberbio; si una persona no recibe consejos de otros, leviatán está operando en él. El orgullo siempre se está revelando y es egoísta, satanás es el rey de este espíritu.
Satanás opera y trabaja por dominio y manipulación, el producto de esto es castigar y destruir a la persona. Jesús también es un reino de gobierno, pero Él no te manipula, sino que su gobierno opera bajo la sumisión y obediencia.
En Génesis 1:1, vemos que la palabra cielos es una palabra en plural, lo que quiere decir qué hay varios cielos. Y también vemos que, desde el principio Dios sabía que satanás se iba a revelar.
Existe no uno, ni dos, sino un tercer cielo.
El primer cielo es el que vemos, las nubes, las estrellas. El segundo cielo es el lugar donde satanás y sus ángeles rebeldes habitan. El tercer cielo es el lugar donde Dios habita, conocido como el paraíso.
Entonces los demonios gobiernan sobre la superficie de la tierra, no en la tierra, lo que ellos buscan en la tierra es un cuerpo donde habitar, que son los hijos de desobediencia.
Asimismo, es importante saber que hay diferentes tipos de demonios, los demonios y ángeles caídos son dos cosas diferentes. Los demonios buscan en la tierra un cuerpo donde vivir porque son seres tontos e ignorantes, que llevan a las personas a pecar.
Cada vez que una persona va a nacer, hay un consejo de demonios para asignar un demonio que atormente la vida de esas personas. Pero a la vez, cada vez que una persona va a nacer, hay un plan de Dios, Él nos apartó.
Si usted está vivo es porque hubo un ángel guardando tu vida, aunque el demonio hizo todo lo que quiso hacer, Jesus venció por nosotros, porque desde el principio hay un plan de Dios para nuestras vidas.
La liberación es el pan de los hijos de Dios, todo creyente debe atreverse a liberar, es importante que se atreva y no tenga miedo, recuerde que en la cruz del Calvario Jesús le dio una derrota al diablo, porque consumado es.
En 2 corintios 10:4-5, nos enseña que cuando usted vaya a orar por liberación, lleve cautivo los pensamientos de esa persona, que sus pensamientos sean cautivados por el Señor.
El hijo de Dios vino para destruir toda potestad, principado, huestes. Nosotros tenemos derecho legal de destruir a los demonios. Nosotros somos embajadores del reino, y cuando el demonio lo ve a usted, no ve a Jesús en la cruz, sino a un Jesús resucitado, usted muestra a un Jesús vivo.
Todas las personas que están atadas, están en el reino incorrecto pero igual son hijos de Dios. Por eso, nos tiene que dar cólera contra el enemigo y debemos atrevernos para sanarlos y liberarlos, por la autoridad delegada que el Padre nos ha dado. Dios te ha mandado a ser luz y sal de la tierra.