Decididos en cumplir las enseñanzas de Jesús en la tierra, 27 nuevos creyentes se sumergieron en las aguas, en un acto público para expresa que la vida de Cristo está en ellos.
Todo comenzó entregándole adoración al Señor, donde junto al liderazgo y familias proclamaron a Dios como Señor de sus vidas, y posterior, iniciaron a entrar en las aguas para ser bautizados.
Jóvenes, adultos y ancianos expresaron su gozo por el paso importante que estaban dando.
“Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo”. Gálatas 3:26-27