Todo lo que está en la tierra tiene que ver con el Gobierno de Dios y la Iglesia es el agente principal, por ende su Reino avanza y no tiene fin.

A lo largo de la historia se ha demostrado que en medio de las dificultades al pueblo de Dios siempre le va bien.

Dios nos permite pasar por tiempos de pruebas y dificultad para que lo busquemos y nos aferremos a Él.

Uno de los modelos de liberación de Dios lo podemos encontrar en Éxodo 14:9-14 y 30, donde el pueblo de Israel experimentó un momento de crisis de fe, pues se encontraba entre el mar Rojo y el ejército del Faraón, pero en las dificultades siempre hay puertas abiertas y siempre viene ayuda de Dios.

Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón. 10 Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. 11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?” 

30 Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar.

 

Nuestras mayores dificultades les permiten mostrar a Dios su gran poder y su liberación a favor de sus hijos.

Otro modelo, es cuando Dios nos saca de la comodidad para atravesar una transición a la que Él nos llama y en la que no sabemos qué pasará, así como le sucedió a Abraham en Génesis 12:1-2.

12 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.

Noé le obedeció a Dios con una fe ciega, quien duró 100 años para construir el arca porque vendría un diluvio y nunca había llovido, y como resultado vino salvación para toda su familia.

También podemos ver la multiplicación de Dios en medio de la opresión, como en Éxodo 1:9-12 donde el pueblo de Israel fructificaba a pesar de la opresión que vivió en Egipcio.

He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. 10 Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. 11 Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés. 12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel.

Además, en medio de las persecuciones la Iglesia seguía multiplicándose, así sucedió en Hechos 8:1-4

Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él. Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel. Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.

Los momentos difíciles de la vida son necesarios porque en cada uno Dios siempre nos va a hacer avanzar y se va a manifestar.

Renunciamos a todo espíritu de temor, clamamos por la llenura del Espíritu Santo y decimos Abba Padre ayúdanos en esta crisis y declaramos que somos libre, que venga tu Reino invencible sobre nuestra vida, casa, economía y nación.

¡El Reino de Dios está aquí!