Una característica del discípulo es el amor por las almas, pasión por el perdido, así como dice Hechos 18:5, que Pablo estaba entregado por entero a predicar la Palabra de Dios.
Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo.”
Asimismo, un discípulo pone por obra lo que se le ha enseñado. Tenemos la responsabilidad también de hacer otros discípulos, porque un discípulo es uno que le modela a otro. Es una tarea que todos tenemos, no solo del pastor. Porque en Mateo hay una ordenanza de “id y haced discípulos”.
19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;”
Un discípulo debe tener la paciencia de un agricultor, esforzándose al labrar la tierra, pagar el precio, ser constante porque el fruto no llega de manera inmediata.
Ahora bien, si usted se identifica como un miembro de la iglesia, hoy yo lo invito a ser un discípulo comprometido con la obra del Señor.