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Cada enseñanza que se entrega los domingos, no está basada en conocimientos humanos, sino lo que establece la Palabra de Dios, por tanto, permanece, tal como está escrito, “El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán”, y hay algo que como hijos de Dios debemos siempre tener claro, que allí están los pasos para tener una vida en victoria, no en recursos de superación, sino en la Biblia.

Es importante entender que, allí mismo encontramos la forma de crecer,  de alcanzar madurez, y de tener el carácter y el corazón de Cristo.

Dice Mateo 7:12: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”, es decir, cuando entendemos que somos hijos,  sabemos que  debemos servirle a Dios con amor y humildad, puesto que,  la cultura del Reino está fundamentada en el servicio.

Todo fruto que permanece se origina del servicio que se le ofrece a Dios, pues el que sirve es uno que aprendió a matar el orgullo y tener el carácter humilde de Cristo, porque una de las tantas cosas que te provee el servicio, es que,  se crece en humildad. También, todo fruto le precede una muerte al yo y como mayor ejemplo de ello, nuestro Salvador, quien vino a servirnos, y su servicio estuvo fundamentado en amor y humildad, así lo establece Marcos 10:45: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”

El servicio incluye a todos de acuerdo a lo que refiere el Libro de Mateo 4:10: “Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás”. Y cuando adoras y sirves como hijo, el diablo huye de tu vida. Porque servir a Dios es un mandamiento de amor, todo lo que Dios es y lo que hizo es, para servir.

En este sentido, el servicio es un estilo de vida, es lo que compone el Reino de Dios y trae recompensas en la tierra y en la vida eterna.

Cuando sirves, das de tu vida a otros y se debe hacer con el corazón sano y las motivaciones correctas como lo señala Mateo 6:24:“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”.

Es por ello que, servir no es negociable, hoy decide integrarte a servir tú y tu casa en obediencia a su Palabra, tal como lo determinó Josué en el capítulo 24:14-15: “Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová”