Hay veces que estamos tan afanados, que se nos olvida lo más importante, disfrutar la vida que Dios nos ha regalado. Una de las cosas que debemos aprender, es a no vivir pensando en la muerte, sino pensando en la vida. Como hijos de Dios no debemos temer a la muerte, pues sabemos que morir es ganancia.
En ese sentido, en Génesis 1:26-31, vemos cómo Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza; y que al final de la creación se deleita por todo lo que había hecho, viendo que era bueno en gran manera.
“26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto”
Asimismo, vale destacar cuatro provisiones que Dios nos ha dado desde la creación:
- Potencial: todos nacimos con un potencial que Dios depositó en nosotros.
- Recursos: desde el Edén Dios nos dio los recursos para trabajar y multiplicar.
- Ambiente: Dios colocó a Adán y Eva en el huerto del edén para ser bendecidos en todas las cosas.
- Potencial+Recursos+Ambiente= la sumatoria de éstos, hace que se produzca algo poderoso.
Cuando Dios en Génesis creó al hombre y la mujer, dice la Palabra que los hizo a su semejanza, lo que quiere decir que depositó en ellos y nosotros su potencial.
Igualmente, le dio todos los recursos a Adán y Eva para trabajarlos y multiplicarlos, y esos mismos recursos nos ha entregado el Padre a todos los que un día aceptamos a Jesús en nuestro corazón y nos convertimos en coherederos del Reino de Dios.
También, nos da una iglesia para congregarnos junto a nuestra familia en la fe, esto es para que estemos y nos desarrollemos en el ambiente correcto.
Sin embargo, existe algo poderoso que nos lleva a desarrollar esas provisiones que Dios nos ha entregado desde la creación, y se trata del amor por las almas.
Hermanos predicar al que no conoce de Jesús, debemos centrarnos en el Reino de Dios, es la llave para que Él nos provea y prospere en todo lo que hagamos.
En Ezequiel 28:13, se nos revela que Dios nos hizo con todo lo más precioso. Muchas veces estando en el lugar correcto, perdemos todo lo que Dios nos ha dado por tener un corazón incorrecto. Tenemos que creer y llamar las cosas que no son como si fueran.
“13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.”
Hermanos hay tiempo y ocasión para todo y todos, lo dice Eclesiastés 9:11. Es necesario dejar de quejarnos por lo que no tenemos y comenzar a declarar que Dios nos hizo a su imagen y semejanza, y nos dio potencial, recursos y un ambiente para bendecirnos.
“11 Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.”
Si disfrutamos y agradecemos a Dios por lo que tenemos, eso nos conectará con lo nuevo que Dios quiere darnos.