En esta oportunidad quiero introducirlos nuevamente a imitar la actitud del Señor y mirar el triunfo que podemos lograr a través de ello.
Cuando leemos el libro de Juan 16:32-33, Jesús estaba consciente que en algún momento quedaría sin la compañía de los discípulos y de los seguidores, a veces sentimos que estamos tan solos y hasta sentimos que la presencia de Dios nos ha dejado.
No debes ver ni pensar lo que estás perdiendo sino enfocarte en lo que vas a ganar, Jesús sabía que llegaría el momento que iba a estar solo y reconocía que esta soledad era momentánea y tuvo el consuelo que el Padre no lo iba a abandonar.
Tenemos que imitar a Jesús porque no miró el momento sino en el triunfo, con este ejemplo nos damos cuenta que en la vida tendremos aflicciones por hacer lo bueno o por hacer lo malo.
La aflicción es inevitable, la vida es difícil pero sin Dios es imposible que pase la aflicción, los que estamos en Cristo podemos pasar estas aflicciones.
La aflicción en la vida de cualquier persona es normal, la cosa es elegir hacer lo correcto.
Las personas que no están Cristo están siendo afligidas y esa aflicción los llevará al infierno, mientras que cuando un hijo de Dios es afligido y no se deja llevar por la carne, venceremos e iremos un día con Cristo al cielo. El Apóstol Pablo nos trae a recuerdo lo siguiente en Romanos 8:16-18: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”, esta palabra nos anima y alienta a no enfocarnos en la prueba o padecimiento porque después de eso seremos glorificados.
No nos enfoquemos en las pruebas momentáneas sino el futuro porque el Padre siempre permanece con nosotros. Viene detrás de nosotros una gloria poderosa que se va a manifestar en nosotros su iglesia, por eso debemos decidir que nuestra atención está en la gloria postrera.
No cometamos el error de preguntar o blasfemar al pasar por el problema, porque si cuestionamos lo malo debiéramos cuestionar lo bueno, pero todo esto viene en el paquete, todo tiene un balance.
De la prueba debemos salir fortalecidos, no te dejes vencer en la época difícil.
En Lucas 2:7 la Palabra nos enseña que el Señor nació en un pesebre pero su destino no era un pesebre y la gente cree que la razón era por ser humilde y la verdadera razón fue porque no había lugar en el mesón. Jesús fue humilde no por nacer en un pesebre sino porque tenía un corazón sencillo y humilde y su destino fue ser Rey de reyes.
Hay épocas en nuestras vidas que serán de pesebre y no quiere decir que sea nuestro destino final, no te acostumbres a eso momentáneo, que eso no te marque ni te detenga porque Dios está contigo, lo que debemos es enfocarnos en lo que Dios preparó y luchar para alcanzarlo.
Jesús demostró su humildad conociendo al Padre en todo y obedeciendo en todo. Nuestro destino es estar al lado de Jesús sentados en lugares celestiales.
En Lucas 2:40, vemos que Jesús crecía en sabiduría, debemos imitar esta actitud porque en cada etapa, proceso y experiencias positivas y negativas debemos aprender y no podemos vivir de la misma manera, se debe aprender de los éxitos y los fracasos de ambos se adquiere sabiduría.
Todo este tiempo que hemos vivido en pandemia nos enseña que cuando salgamos de ella no podemos ser los mismos, sino que debemos ser mejores personas.
Ten presente lo que está establecido en la Palabra en 1 Timoteo 4:12: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.”, no mire su edad sino que nuestra conducta, sea un ejemplo.
La palabra juventud significa los primeros tiempos y no me refiero a la edad cronológica, por lo tanto, todo inicio en cualquier área de tu vida sin importar la edad que tengas está en tu juventud.
El Apóstol Pablo en 1 Timoteo 4:13-16, le habla nuevamente a sus discípulos y les dice “ocúpate” que significa sé productivo.
Jesús decía “Escrito está” por eso le recomiendo que escriba en una agenda todo lo que anhela, accione y diga:”escrito está a pesar de pasar por aflicciones”.
Agradece a las personas que te han aconsejado y se de bendición para otros.
No importa la aflicción en la que estemos, Dios está con nosotros y nos ha dado el poder para vencerla y esta nos conecta con la eternidad, recordemos lo que dice Hebreos 12:1: “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”
Iglesia debemos aprender de los ejemplos de Jesús, valoremos las cosas buenas y malas, pon tu mirada en la meta porque hay un futuro glorioso dado por Dios.