Hoy quiero hablar sobre algo que ya hemos enseñado antes, y a veces tenemos que traer cierta enseñanza para poder edificar a los nuevos creyentes pero también, para que los antiguos recordemos algunas cosas.
Dice la Palabra que el reino de Dios es un reino de poder, cada vez que el reino se manifieste tiene que ocurrir algo. Jesús cargaba el reino, Jesús era el reino de Dios y donde quiera que Él iba, ocurrían milagros, señales y prodigios.
Sabía usted que el reino se manifiesta poderosamente en el evangelismo, cuando una iglesia está evangelizando, todo ello trae sanidad, restauración y liberación; porque donde están sucediendo tales cosas, usted puede decir, el reino de Dios está establecido en este lugar.
Uno puede tener una buena enseñanza, eso no es malo, pero es necesario manifestar el reino. Jesús enseñaba pero también, manifestaba el poder de Dios a través de milagros, señales y maravillas.
Para que el reino de Dios se manifieste en una iglesia, ésta debe ser Evangelista. Hay estadísticas que dicen que solo el 2% de cristianos en el mundo, se han ganado un alma para Jesús.
Ahora me surge esta interrogante, ¿por qué las personas tienen miedo a evangelizar y ganar almas? Y le digo a que se debe:
1. Temor al rechazo
2. No saber qué decir
3. No han sido enseñados
4. Por falta de amor y compasión al perdido
5. Por egoísmo
6. Falta de visión en la iglesia local para llamar a las almas
Es importante saber porque se ha perdido el amor por las almas, y esto es porque se ha cambiado el mensaje, lo que se debe predicar tiene que estar centrado en Cristo, tenemos que dar el mensaje de Jesús, quien fue a la Cruz por nosotros fue Jesús de Nazaret., el mensaje debe ser Cristo.
Asimismo, se ha cambiado el poder sobrenatural por buenas consejeria. Esta bien aconsejar pero es necesario orar para que algo ocurra, no se trata solo de enseñar sino de mostrar el Poder de Dios.
La palabra Testigo en griego es Martús, que en español es mártir, está significa persona que comunica a otros aquello de lo que ha sido testigo directo. En la iglesia, un testigo es quien narra tal cual lo que Dios ha hecho en su vida. Los discípulos que testificaron de Jesús, no tenían una universidad para prepararlos, ellos solo tenían lo que habían visto, oído y vivido lo que ha hecho Jesús.
Hoy en día hay miles de religiones, hay países que tienen muchos dioses uno para cada cosa que necesitan, mientras que nosotros tenemos un sólo Dios, y con Él nos basta para todo. Igualmente, existen naciones en las cuales las personas que predican de Jesús sufren persecución, los apedrean, y hasta los matan; mientras que nosotros aquí tenemos libertad para predicar de Cristo.
El testimonio que usted tiene, produce un poder sobrenatural,porque el poder de Dios radica en nosotros a través del Espíritu Santo, así lo dice Hechos 1:8. Por ello que el diablo le tiene temor al testimonio, el testimonio es un arma que destruye el poder de las tinieblas, hermano una vez que usted testifica de Jesús, las señales le van a seguir, si somos sobrenaturales podemos manifestar la sobrenaturalidad del Dios, porque fuimos creados a imagen y semejanza de Él.
Existe una diferencia entre predicar y testificar, predicar es proclamar el evangelio de Jesucristo, más cuando usted testifica, habla de lo que Dios ha hecho en usted y en otras personas.
La fórmula que tenían la iglesia primitiva de los apóstoles era la siguiente:
- Exaltaban a Jesús. Por eso tenemos la adoración y la alabanza, donde exaltamos al Rey de Reyes.
- Testificaban de lo que Dios estaba haciendo.
- El Espíritu Santo daba testimonio de lo que ellos testificaban, quiere decir que el Espíritu Santo venía y ponía el sello.
Jesús lo que enseña, es que el testimonio es la herramienta más poderosa que podamos tener en los últimos tiempos. En Mateo 24:14, vemos que para acelerar la segunda venida de Jesucristo tenemos que predicar el evangelio y testificar de los que Dios ha hecho en nosotros y en otras personas.