Muchas veces dudamos de las respuestas de Dios a nuestras oraciones, pero debemos saber que en la Palabra de Dios existe una ley bíblica llamada “Ley de acumulación”. De acuerdo a lo que dice la Escritura, las oraciones suben delante de la Presencia de Dios, por tanto, debemos estar preparados para recibir lo que estamos pidiendo.
Muchas veces queremos saltarnos los procesos, y queremos una respuesta inmediata del cielo, pero debemos saber que no se trata de que Dios no quiera responder las oraciones, sino que todas esas oraciones por medio de la ley de la acumulación, lo que hacen es llenar una copa en el cielo la cual está a punto de derramar las bendiciones.
Nuestro Padre funciona bajo patrones y principios, y uno de ellos es que debemos orar sin cesar, porque las oraciones continuas desatan victorias continuas.
La oración trae rompimientos, y para ganar un territorio espiritual es necesario pelear en el Espíritu, y para aquello se requiere de oraciones consecuentes.
La Palabra de Dios dice en Lucas 6:12-13: En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.
Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles”. Lo que Jesús estaba haciendo era modelarnos el estilo de vida de oración continua que provocaba poder y por ende rompimientos.
Entonces, ¡El fruto de una oración es el resultado de lo que usted buscó en secreto! Mi llamado es que podamos meditar en esto, y buscar Su Presencia de forma constante. Si has estado desanimado, hoy te invito a que puedas volver al corazón de Él y créeme que el Padre Eterno te esperará con los brazos abiertos.