Es importante crecer en el entendimiento, porque la oración es parte de la vida cristiana y es una de las necesidades básicas del cuerpo de Cristo donde conocemos lo que ha pasado, lo que sucede y lo que va ocurrir.
Hay un modelo de oración antes de Cristo y una después de Cristo y la razón por la que este diseño fue cambiado es para darse a conocer la naturaleza del Hijo.
Al leer Hebreos 7:22 nos damos cuenta que Cristo como fiador nuestro a través de su muerte y resurrección estamos en un mejor pacto y nos da paso a su vida y naturaleza.
En Hebreos 10:16-17 observamos que Cristo vino no solo a cambiarnos por fuera sino a transformarnos desde adentro y para gobernar nuestra vida y así poder disfrutar de su plenitud.
Otra de los motivos que Jesús hizo fue restablecer la comunión con el Padre de acuerdo a 1 Corintios 6:17.
Vamos a ver algunas diferencias de la oración antes y después de Cristo, una de ellas es que antes se iba a orar a un lugar específico como el Tabernáculo, pero ahora nosotros somos su habitación.
Antes el pueblo oraba desde una necesidad o en tiempos de crisis porque no tenían las promesas en Cristo, pero ahora que ya tenemos todas esas promesas consumadas gracias a Él, oramos creyendo que los motivos de nuestra oración ya fueron contestadas.
Este nuevo pacto también tiene tres aspectos importantes para la vida cristiana, una de ellas es la identidad; en otras palabras, es la revelación de quiénes somos en Cristo.
Las segunda es la posición porque estamos completo en Cristo, al leer Romanos 8:26 y Juan 16:13-15 comprendemos que en el Espíritu estamos completo y es quien nos guía y revela esta verdad, por lo que ahora oramos desde una posición de victoria y no de necesidad.
La última es la naturaleza, según 2 Pedro 1:3-4 sabemos que vivíamos atados a la naturaleza del pecado, pero en Cristo tenemos una naturaleza transformadora.
La clave de la oración eficaz yace de conocer la nueva vida que Cristo nos ha dado en la plenitud de su verdad, con ello entenderemos la posición de victoria y comprendemos la naturaleza de gobierno que nos ha dado, no oramos por estar sentado a su lado porque ya sabemos que gobernamos junto a Él en lugares celestiales.
Hoy oramos para que la plenitud de esta verdad dada a partir de Cristo y que está en nuestro Espíritu se haga una realidad en cualquier ámbito de la vida de tu pueblo y que el Espíritu Santo da testimonio de esta verdad que portamos desde el ámbito espiritual al natural.
Padre que venga una transformación en el modelo de oración en tu pueblo, que se avive tu espíritu en cada uno, que el alma sea sometida por el Espíritu y que tus hijos comprendamos tus promesas eternas ya consumadas.