Existe una lucha continua entre dos Reinos, estos son el Reino de la luz y el Reino de las tinieblas, y en esta lucha constante los hijos de Dios deben prevalecer orando y clamando por esta nación y las naciones de la tierra.
Hoy les hablaré sobre 7 áreas que debemos considerar al orar por la nación, enumeradas en orden creciente:
1.- Orar por las familias: Es la base fundamental de la sociedad. En la familia se entregan las costumbres, valores , modales, etc.
2.- Orar por la iglesia de Jesucristo, por los líderes, discípulos, etc, (el cuerpo de la iglesia).
3.- Orar por los educadores, profesores, colegios, universidades, leyes de la educación: La disciplina no está presente en el ámbito educativo. La gente se niega a ser formada.
4.- Orar por lo espectáculos públicos, porque imparten e impactan a un grupo de personas y ello debe estar alineado al corazón de Dios.
5.- Orar por lo medios de comunicación: Para que lleguen y entreguen a la verdad completa.
6.- Orar por la economía de nuestras naciones: está comprobado que la violencia nace producto de la pobreza. La bendición financiera trae tranquilidad a nuestro espíritu. También orar por los trabajos y empleos.
7.- Orar por los gobernantes:
– Para que sean responsables, y puedan ser un gobierno eficaz y confiable.
– Recordemos que hombres y mujeres en crisis determinan la realidad del ambiente que los rodea.
– El liderazgo hoy en día está en crisis a nivel mundial.
La sociedad, iglesias, gobierno y el mundo están en crisis. Debemos ser agentes de cambio.
Proverbios 28:2 establece que: “Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos” y Proverbios 29:2 “Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos;”
Familia, necesitamos gobernadores honrados, seamos justos al momento de ejercer nuestro derecho al sufragio, pero sobre todo, debemos velar y orar por la nación que el Señor nos entregó.
Necesitamos aprender a orar por las naciones
Una de las cosas que debemos saber como hijos de Dios es que en todo tiempo debemos estar orando por las naciones de la tierra porque su Palabra así nos lo demanda.
Muchos hijos han sido trasplantado de una nación a esta, y aunque crean que fueron los problemas o adversidades que lo trajeron a este país, la realidad de Dios es otra su propósito fue traerlo a este lugar para ser bendecidos.
Es por ello que, un principio importante que debemos entender es que la primera nación por la que se debe orar es aquella donde se está plantado.
Estamos a punto de una elección y cuando usted vaya a tomar la decisión hágalo bajo la dirección de Dios, porque no podemos elegir a una persona que esté contra los principios.
Proverbios 1:7-9 declara: ” El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre;
9 Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello”.
Este Proverbios aconseja acerca sobre cómo adquirir sabiduría y Salmos 2:10-11 complementa esta enseñanza.
El temor al que se refiere la Escritura es respetar a Dios, porque Él al que ama lo corrige. Debemos saber que un día debemos dar cuentas al Creador de todo lo que hacemos.
Cuando Dios habla debemos aprender a oírlo. Vemos a David con muchos pecados, pero fue un hombre que se arrepintió y vio la misericordia del Señor en su vida.
Al ver la historia de nuestra nación Dios ha tenido misericordia, algo grande tiene preparado y es por ello que debemos doblar nuestras rodillas en su presencia y pedirle perdón por nuestros pecados.
Recordemos que nuestra mayor arma es la oración y que grande batallas se ganan de rodillas.
Dios tiene pensamientos de paz y le ha prometido un final feliz a las naciones de la tierra, así lo establece Jeremías 29:11 y está Palabra se cumplirá si de corazón sincero clamamos a Dios, Él nos oirá y sanará nuestra tierra.
Donde quiera que estés comience a pedirle perdón a Dios por la negligencia que hemos tenido al no orar por las naciones y empiece a clamar por su misericordia, porque reconocemos que hemos estado en los deseos de la carne y no hemos doblado nuestras rodillas.