Creemos que este 2019, será un año lleno de oportunidades, y ahora, entramos a una nueva temporada, donde debemos prepararnos para transicionar.
En el Libro de Isaías 40:31, dice: “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. Su Palabra siempre nos habla, y quiero primero enfatizar la descripción del águila, porque cuando Dios habla de águilas, hace referencia a libertad.

Hay que destacar la vida de las águilas, saber que, ellas se rejuvenecen cada año, se van a la cima, buscan lo más alto para el rejuvenecimiento, entonces, en nuestro caso, para que venga esta juventud o para que venga la fuerza, tenemos que ir a la presencia de Dios.
Otro punto que hay que destacar, es que las águilas, toman la determinación de rejuvenecerse, rehúsan ser vencida por los tiempos y la adversidad. Para cada año, debemos tomar decisiones y determinaciones, que al comenzar un año es necesario tener esto, porque Dios no te garantiza que no va a haber problemas, lo que Él te garantiza es que Él va a estar ahí.
En la Biblia encontramos como Dios pone de refrencias a las águilas, dice “Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí”. y el Apóstol Pablo dice: puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. ¿A que nos lleva esto? Que así como las águilas suben a lo más alto para renovarse, así debemos subir nuestra mirada, al Altísimo, al consumador de nuestra fe. ¡Todo lo que Dios te ha dicho, se va a cumplir, pon toda tu mirada en Dios!,

Muchas veces es difícil distinguir la edad del águila, se dice que, entre sus características, pueden llegar a los 70 años de duración. A ellas, le crecen las garras, el pico se le curvea, las plumas le empiezan a pesar, tienen dos opciones, abandonarse y morir, o enfrentar el proceso de renovación.
El periodo de renovación del águila dura 150 días, se recoge, deja su nido, busca un lugar para estar protegida, cuando encuentra el lugar adecuado, comienza a golpear el pico contra las rocas para romperlo, luego se quita las alas, con el pico nuevo… ¡Doloroso! A nosotros nos llegó ese tiempo de renovación, ¡tranquilo! Él está en control, no mires lo natural, mira los propósitos de Dios, porque Él desatará su temporada y renovará fuerzas.
Dios te está dando nuevos meses y días, para alcanzar lo que no lograste, pero lo que tienes que hacer, como dice Colosenses 3:1-2 “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”.