Cómo tener un corazón agradecido, después de que el 2021 para muchos fue un año difícil, en el que la pandemia hizo estragos, déjeme decirle que si usted está aquí es porque permaneció sobre la roca, porque todo lo puedo en Cristo Jesús y está victorioso.
Nuestro espíritu sabe agradar al Padre, el problema radica en nuestra alma, es el alma lo que debe ser renovado a través de Jesús, es allí donde el Señor necesita trabajar.
El alma quiere ser la protagonista de nuestra vida, somos nosotros quienes debemos quitarle ese protagonismo, porque la batalla se genera para hacer oposición a que no hagamos la voluntad de Dios.
Todo lo que se escribió en el antiguo testamento es sombra de lo que ocurriría con el nuevo pacto. Tuvo que venir un nuevo pacto para que a través de la gracia de Jesucristo nosotros estemos aquí, porque somos parte de la promesa.
No somos victoriosos por lo que hacemos, que tenemos, o por nuestros logros; somos victoriosos en Cristo Jesús. No se cuestione por cosas que no tiene, por las que ha orado al Señor pero aún no las ha podido lograr, agradezca a Dios porque nos dio a su hijo Jesús y gracias al sacrificio en la cruz del calvario somos salvos.
Hermano, Hermana, dígale “gracias” por lo bueno y por lo no tan bueno, agradezca a Dios sin esperar nada a cambio. Muchas veces venimos al servicio para buscar algo de Dios, pero no venimos con actitud de agradecimiento. El Padre lo que anhela es que en medio del proceso puedas reconocerlo, adorarlo y agradecerle.
Para este 2022 ya muchos dicen que será un año difícil, pero nuestra esperanza está en Jesucristo y si usted cree en la Palabra y en las promesas de Dios, si usted tiene a Cristo en su vida, disfrute de la vida qué hay en Él, porque no hay pérdidas para quien tiene al Hijo, en Él todo es ganancia.