40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquel, y quedó limpio. 43 Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego, 44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos. 45 Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.
En Marcos 1:40-45, vemos cómo la compasión movió el corazón de Jesús para tocar al leproso, Él no vio su condición sino que extendió su mano para sanarlo.
Hoy en nuestra sociedad hay miles de leprosos, y no de manera física, sino que están en pecado y por ende, están apartados de Dios. Por eso, es que la Iglesia debe evangelizar al mundo y llevar las buenas nuevas de Jesús.
¿Cuál debe ser mi motivación para ser un ganador de almas?
En el corazón del Padre y del Hijo, está rescatar al perdido. El mandato es ir por el perdido (Mateo 28:19), más no sacar gente de otras iglesias; porque la intención es que las personas conozcan de Jesús. Hermanos el regalo de la salvación es para mostrarlo a otros, no es hablar de una iglesia sino de quien hizo el milagro en nuestra vida.
En consiguiente, les doy siete razones para ganar almas:
1- Es el mandato de Jesús
2- Es la voluntad de Dios
3- Estamos en la cosecha de los últimos tiempos
4- Está cerca la segunda venida de Jesús
5- Porque la sangre del que se pierda, sino les predicamos, será demandada de nuestras manos. Ezequiel 3:17-20.
6- Somos ganadores de almas, porque somos testigos de Jesús
7- Porque hay una realidad y se llama infierno, el cual fue hecho para satanás y sus demonios
Como ministerio tenemos una visión, que es la visión de Jesús para ganar almas, cumpliendo con Hechos 2:47. Entienda esto, el evangelismo en todo creyente que ha nacido de nuevo, debe ser un estilo de vida.
¿Para qué anunciamos las buenas noticias de Jesús?
- Porque hay una necesidad en la tierra. La humanidad tiene un vacío que lo llenan con drogas, alcohol y otras cosas; pero sólo Jesús va a suplir su necesidad y, por ello debemos hablarles de Cristo.
- Relacione sus fortalezas y debilidades en Dios. Debemos identificarnos con la necesidad de las personas, sentir el dolor qué hay en ellos.
- Tenemos que verlos a ellos como Dios los ve.
- Tenemos que valorar
- Tenemos que amarles como Dios les ama.
- Dios nos da el poder y la autoridad para suplir toda necesidad
La Biblia dice que el ganador de almas, es alguien sabio. Lo que debemos hacer, es relacionarnos con las personas que están a nuestro alrededor, mostrarles compasión y afecto, acercarnos y predicarles las buenas nuevas de Jesús.
El propósito no es solo ganarlos, sino establecerlos y hacerlos discípulos. Para muchos hay obstáculos que no les permiten ganar almas, se trata de la ignorancia, el temor al rechazo y no tener carga por el perdido. Más la voluntad de Dios es salvarnos, para que nosotros salvemos a otros, es para que seamos luz y sal en la tierra.
En Juan 4:31-36, Jesús deja un fundamento para que la Iglesia entienda hoy, está es la temporada más importante para el cuerpo de Cristo, la cosecha mundial de los últimos tiempos y nosotros debemos ser portadores de las buenas nuevas de Jesús.