La verdad es que muchas veces no tenemos la conciencia plena de quien es el Espíritu Santo de Dios, es por ello que en este tiempo quiero llevarlos a ustedes a que conozcan de Él.

En Lucas 24:49 vemos que Jesús está terminando su obra y está dando una promesa a sus discípulos y que esta se cumple en Hechos 2.

Debemos tener claro que el Espíritu Santo es más que una fuerza externa y es más que fuego, es la presencia de Dios mismo.
De acuerdo a Mateo 10:16 Jesús sabe que como seguidores de Él vamos a enfrentar una sociedad transgredida. Lo bueno de ello es que tenemos a nuestro Consolador como lo establece Juan 14:16 y esta palabra Consolador expresa uno que ayuda, un acompañante y uno que intercede, por tal motivo no estamos solos.
Es importante que entendamos que el Espíritu Santo es una persona y tal vez podamos hablar de Él pero sin conocerle. La Biblia nos enseña que fue enviado por el Padre y Jesús se refería como una persona y no como una cosa.
Una de las cualidades de la persona del Espíritu Santo es que habla como lo señala Apocalipsis 2:7 y Hechos 13:2.
También intercede así quedó registrado en Romanos 8:26.
Además testifica leamos Juan 15:26 y ordena Hechos 16:6. El tema es que si no reconocemos al Espíritu Santo como una persona no lo vamos a oír y sino oímos no podemos obedecer.
El Espíritu Santo guía como está escrito Juan 16:13 y a Él no se le puede mentir veamos Hechos 5:3-4
En Hebreos 10:20 notamos que el Espíritu Santo no debe ser ofendido, no puede se blasfemado (Mateo 12:31-32) y no se le debe contristar (Efesios 4:30).
Ahora bien pregúntese ¿Le ha dado un lugar de importancia al Espíritu Santo en su vida?
Como la persona que el Espíritu Santo es, Él requiere que le demos el primer lugar en nuestra vida, que hablemos con Él, que lo escuchemos, que le obedezcamos y que nos dejemos guiar por su presencia.
Espíritu Santo de Dios te pedimos perdón porque muchas veces nos hemos olvidado que eres una persona, hemos tomado nuestras propias decisiones porque no te hemos escuchado, te hemos ignorado y contristado.
En este día te pedimos que reposes en nuestra vida y que nos guíes a toda verdad, amado Consolador queremos tener una comunión íntima y de continuo contigo, reaviva tu llama nuevamente en nuestro ser y a partir de ahora nos comprometemos a darte la importancia y el lugar que te mereces.