Todos hemos experimentando algún tipo de milagro en nuestra vida, y contamos algunos de ellos, a veces contamos el que más nos marcó, pero además, inconscientemente olvidamos que Dios cada día hace milagros nuevos que hay que contar. Dios realmente hace mucho con poco o con nada, solo necesitamos depositar nuestra confianza en Él.

En este presente, hay incertidumbre a nivel global por la economía, se escuchan constantemente noticias negativas de las caídas de las monedas, pero cómo hijos de Dios no podemos desestabilizarnos, porque nosotros caminamos por fe, no por vista. De igual forma, si la enfermedad toca su cuerpo, pues, hay una promesa irrefutable, que por las llagas del Cordero fuimos curados. ¡Apropiémonos de sus promesas!

La Biblia dice en Hebreos 13:8: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. Esto quiere decir que lo que Él hacía ayer, sanaba a los quebrantados de corazón, daba vista a los ciegos, levantaba al paralítico, y muchas cosas más, lo está haciendo hoy, ¡Él tiene un milagro para su vida!

Hay una historia en las Escrituras, que nos habla de un milagro muy representativo, está en Mateo 15:32-39, denominado la “alimentación de las 4 mil personas”, y hay muchas cosas que podemos desglosar de este mensaje, y que nos muestran detalles del poder y el amor de Dios hacia su pueblo.
Inicia diciendo “Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo”

Si seguimos leyendo, encontramos a una multitud hambrienta no de comida, sino de la palabra que Jesús estaba entregando, y lo vemos a Él ocupado de las necesidades de quienes estaban allí, Él quería alimentarlos para que no desmayaran, preguntó cuánta comida había, a los que los discípulos respondieron a ir siete panes y unos pocos pececillos. ¿Recuerdan lo que hizo Jesús? ¡Dio las gracias! Y allí vino el milagro. ¡Él no iba a dejar de suplir la necesidad!  y podríamos seguir hablando de cada situación de este evento, pero quiero dejarle estas claves que nos enseña a vivir una vida de milagros

1. Tienes que saber que Jesús está preocupado de su necesidad
2. Debemos romper con la naturaleza humana
3. Aprenda a confiar en Dios
4. Aprender a descansar en Dios

Y no olvide, no es por vista, es por fe

La mente y la lógica hace ver las cosas como imposibles, lo podemos notar en Mateo
15:33 NVI: “Donde podríamos conseguir en este lugar despoblado suficiente pan para darle de comer a toda esta multitud”

¡No permitas que la mente te limite a creer que Dios puede hacer ese milagro tan esperado!

Si esperamos en Dios, El va a responder, espera en el Señor, no te dejará sin respuesta, y hará ese milagro. ¡Él está trabajando!