De creyentes a discípulos, es el mensaje que Dios me envió a hablarles esta noche.
En Marcos 16:15-18 Jesús nos encomendó a ser discípulos y no seguidores, el problema es que muchos cristianos están convencidos que Jesús es el Señor, el que sana, salva, restaura vidas y nos bendice, pero hay una diferencia entre estar convencidos y no comprometidos para vivir una vida completamente entregada a Él.
Hoy en día en esta nueva cultura de cristianos lights vemos cómo inventan cualquier excusa para no asistir a la iglesia.
¿Qué pasa en nuestra mente? ¿Somos realmente discípulos del Señor?, me hago estas preguntas porque hay quienes se excusan con no asistir fielmente porque dicen tener libre albedrío y se congregan cuando quieren y hay otro grupo que refiere que Dios está en todo lugar y no necesita pastor.
En Santiago 2:19 cita que el diablo y sus demonios son creyentes y un creyente es alguien que cree en algo, bien sea deidad o filosofía, su significado es ser un devoto, piadoso o religioso.
Hay que pasar la línea de creyente a discípulo porque el Señor está buscando personas que estén entregados a su movimiento y servicio, porque el avivamiento se va a ejecutar con personas llenas del Espíritu Santo.
Por lo tanto un discípulo es un apóstol, maestro, evangelista, un divulgador que habla buenas noticias, profeta, embajador, mensajero o anunciador y Dios quiere que seamos todas estas cosas para anunciar las buenas noticias del Reino.
Debemos imitar la conducta de Pablo y pasar de creyente a discípulo, porque los primeros no cargan la gloria de Dios y los otros llevan el peso de la gloria del Padre, Romanos 1:16-17.
Quiero llevarlo a usted a reflexionar para que se determine en hacer un cambio, cuando somos confrontados con la verdad es para ser transformados, Romanos 12:2
A continuación les hablaré de las diferencias de creyentes a discípulos:
1.- El creyente espera por los panes y peces, el discípulo es un pescador, sale a buscar. La mayoría de los creyentes lo que hacen es consumir a los líderes, pocas veces se ponen a disposición del Reino, quieren recibir pero no dar y no se conforman con lo que le dan.
2.- El creyente siempre va a luchar por creer y el discípulo va a luchar para reproducirse.
3.- El creyente se gana, el discípulo se hace.
4.- El creyente siempre depende de los pechos de la mamá, el discípulo se desata para servir y convertirse en teta de otro, Samuel 1:23-24.
5.- El creyente está buscando alagos y aplausos, el discípulo ofrece sacrificios continuos, Romanos 12:1.
6.- El creyente entrega una parte de su ganancia y el discípulo entrega su vida.
Hay tres pensamientos que predominan en la iglesia de hoy: 1.- Ven a Dios que está allá en el cielo y creen que es inalcanzable. 2.- Solo el 10% de las personas que conocen a Dios le dan gracias por lo que tienen. 3.- Creen que la presencia de Dios habita en el lugar de congregación cuando usted es templo y morada del Espíritu Santo.
Lo que deseo es que usted cumpla su llamado y con este mensaje Dios te conecte con su propósito, pero es necesario que se determine a pasar la línea de creyente a discípulo.