Este es un tema que nos cuesta, porque va directo a nuestra mente, en la razón, dice la Palabra que debemos renovar nuestra mente, dice que no nos debemos conformar a este siglo, sino que debemos ser transformados por medio de la renovación de la mente, para así comprobar la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Si podemos meditar en esto, Malaquías enseña este principio, puede estudiarlo en el capíulo 3:7-12.

¿Cómo recibimos esta revelación?
– Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios.

Y una pregunta que muchos se hacen, ¿después de Cristo se diezma?
Dice la Biblia en Mateo 23:3, que todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen y no hacen.
Si escudriñamos las escrituras, Jesús corrige pero no anula el diezmo, “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” Mateo 5:17 y en el Libro de los Hechos 4:34, “Así que no había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el producto de lo vendido 35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad”.
Todos luchamos cuando hay una discrepancia entre lo que nuestra mente sabe
que es verdad, y lo que sentimos. Un aspecto con el cual algunos cristianos
batallan es el de las finanzas personales. Si sabemos lo que dice la Biblia en
cuanto al dinero, ¿optamos por la verdad o dejamos que nuestros sentimientos
dicten nuestras acciones?

Solo basta leer su Palabra, con esto no se quiere convencer, porque es un paso de obediencia, lo que si le puedo decir, es que lo que se siembra se cosecha, y que su promesa fue clara: que su bendición será hasta que sobreabunde.