No cabe duda que este tiempo de pandemia y post pandemia ha sido difícil, donde el enemigo ha querido pagar la voz de Dios callando a la iglesia y eso lo vemos cuando todavía hay templos que no han podido abrir sus puertas y hay ministros que han fallecidos, motivos por los que pareciera que el enemigo ha ganado esta batalla.
Yo le oraba al Señor a fines del año pasado con una ira santa, no sé si usted me entiende eso pero enojado porque veo que no podemos fluir como es la esencia de la iglesia, así como estamos sentado no me gusta tengo que respetar las normas, pero yo ya quisiera tener como antes teníamos nuestros asientos, quisiera que pudiéramos venir aquí a danzale al Señor con libertad y quisiera que volviéramos a nuestras Casas de de Paz presenciales donde las personas salían libres y donde personas tenían un encuentro con el Espíritu Santo.
Pareciera que hemos entrado en un adormecimiento y como si nos hubiéramos dejado vencer y le dije al Señor ya no quiero estar así.
Ahora escúchame bien en marzo va a ver un clic espiritual, a las 24:00:01 del primero de marzo va a ver un cambio en la atmósfera espiritual y algo va a ocurrir.
Hace unas semanas cuando dormía plácidamente tuve una visitación de Dios y lo primero que oí fue su voz diciéndome despierta y no despertaba porque estaba muy cómodo durmiendo, entonces empecé a tener un sueño donde me veía a mi mismo en un fuego del Espíritu Santo y me quemaba y al mirar eso en el mismo sueño decía yo quiero volver a eso y oí Felix despierta, allí fue cuando desperté y me arrodillé y supe que no era un sueño sino la presencia de Dios visitándome.
Con todo este proceso he visto como muchos de nosotros hemos dejado de orar ayunar y leer las escrituras como lo hacíamos antes; es decir, en medio de todo esto pareciera que el enemigo logró conseguir lo que buscaba.
Es allí donde tuve la convicción que del 28 febrero para primero de marzo va ocurrir un cambio, porque recuerde que este es un año de cosecha para todas las áreas de nuestras vida.
Entonces entendamos algunos principios, lo primero que se debe aprender es que para recibir la cosecha alguien debe hacer un trabajo. Ejemplo de ello es las personas que trabajan en el campo para poder recoger una cosecha primero siembran una semilla.
Vayamos al libro de Gálatas 6:9, con este pasaje Dios nos demanda a no cansarnos de seguir orando, servir en la iglesia y de seguir predicando de Jesús, porque en nuestra carne natural nos cansamos porque todo cambia de forma continua, una día estamos felices y sentimos que todo está a nuestro a favor, pero al otro día todo está en nuestra contra y allí es donde nos cansamos, ¿Sabe por qué ocurre esto? Porque hay un enemigo buscando a quien devorar.
La cosecha de que viene, viene, pero debemos seguir sin cansarnos ni darnos por vencidos, porque en lo natural y en lo espiritual todo aquello que estamos esperando lo vamos a cosechar.
Muchos están adormecidos, temerosos y cansados porque llevan años esperando, pero el Señor te dice levante porque es el tiempo de decir tengo una cosecha.
Vamos a leer en Levítico 26:3-4, ahora declaramos Dios está mandado su lluvia y el árbol nos tiene que dar su fruto, pero aquí vemos el balance debemos cumplir con los estatutos fielmente.
Como tu Apóstol y profeta te hablo en este día que te levantes, saques tus hojas secas y declares que despiertas del sueño profundo.
Recordemos lo que establece 2 Corintios 9:6, porque para cosechar abundantemente debemos sembrar en abundancia, pasemos de 15 minutos de oración a 30 minutos, de 30 minutos a una hora, de medios ayunos a ayuno completo, deja de ser uno que solo viene los domingos y atrévete a servir en algunas de las áreas.
Debemos seguir sembrando oración, sembrando ayuno, sembrando en la obra, sembrando finanzas, no podemos ser cristianos a la secreta porque el que siembra abundantemente, la cosecha también será abundantemente.
La cosecha es un tiempo de gozo, cuando leemos Isaías 9:3 nos enseña que el pueblo estaba contento cuando había cosecha.
Cosecha también significa el acto de recoger los frutos obtenidos después de un cultivo, era un trabajo rural, el que es flojo no va a cosechar.
El tiempo de la cosecha marca el final de una estación y el comienzo de una nueva. Marca el tiempo final de la escasez para entrar en el tiempo de la abundancia.
Espíritu Santo de Dios tu palabra es viva y eficaz, lo que me has dado a mí dáselo a la iglesia, que tenga una visitación y vuelva a tener experiencias sobrenaturales.
El Señor nos está llamando y nos dice despierten, pidámosle perdón porque dejamos de buscarlo, primero pongámonos a cuentas con Él y cuando el corazón esté alineado estaremos preparados para entrar a recoger la cosecha.