En Génesis 14:21-23 vemos que Abram legítimamente había ganando una guerra y por ende le correspondía adquirir los bienes y personas de ese lugar, pero el reconocía que el proveedor de todo es Dios y decidió no tomar nada material.

21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. 22 Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, 23 que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram;

Hay una riqueza mayor que le interesa al diablo, que son las personas y el rey de Sodoma que representa a satanás, lo sabía, por eso le dijo a Abram que tomara las riquezas, pero no a las personas.

Hay cuatro cosas que el enemigo nos quiere robar y es en guerra que las vamos a ganar, estas son las almas, los recursos, las finanzas y territorios.

El enemigo no quiere que subamos de nivel, él está trabajando en nuestra contra, es por ello que debemos pararnos firmes para ganar.

Todo esta guerra de parte de las tinieblas acontece porque el enemigo sabe que hay una herencia espiritual y el quiere impedir que nos alcance.

La iglesia tiene que aprender a pelear de forma individual, porque la guerra es personal y tenemos que levantarnos por sus hijos, familia, casa y negocio.

Nos levantamos en la línea de batalla y de forma corporativa peleamos por las almas para que sean desatadas, libres y salvas, declaramos que hay se reconcilian con el Padre para que reciban la vida eterna.
Le declaramos la guerra al enemigo y le ordenamos que retroceda, que suelte las almas, a nuestra familia, nuestra finanzas y los terroritorios.
El pueblo se levanta con una unción poderosa y osadía para llevar tu mensaje con el don de ciencia y se activa el don de sanidad y estrategias pada hacer riquezas.