Necesitamos comprender el significado tan grande que tiene la paternidad, tanto en el cielo como en la tierra. Y nosotros tenemos el privilegio, la grandeza de poder de decirle a Dios: ¡Papá! Y una de las cosas más hermosas que hace Él, es revelar su corazón a sus hijos.

A nosotros no nos enseñan a ser padres, no hay un manual de procedimientos, carecemos de enseñanzas de que es un papá, por esa razón, cometemos errores, y repetimos los que han cometido nuestros padres. ¡Pero todo puede cambiar!

El Libro de Malaquías 4:6 dice: “Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”

El profeta Malaquías está hablando de Jesús, haciendo saber que Jesús, vendría a modelar al Padre. Lo afirma el mismo en el Nuevo Testamento, donde encontramos ese evento cuando los discípulos le dijeron que le mostrara al Padre, y Él les dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”.

Es importante saber que:
– El Reino de Dios se establece en paternidad.
– Es la forma que esta sociedad está diseñada para manifestar la paternidad de Dios (enseñanza, corrección, amor)
– La paternidad nos da acceso y nos da herencia

En este presente, vemos cómo no hay la revelación de la paternidad, la gente no quiere hacerse responsable, le da igual no tener padre, por tanto, esto hace que no busquen a Dios, porque no hay modelo en la tierra. Y el resultado, es ver personas dañadas y sin identidad.
Pero además, trae orfandad.
Un huérfano es aquel que puede vivir sin padre y no extraña, es aquel que no va a tener herencia y desconoce su destino.

Realmente, la paternidad es la que transforma a una persona a través del amor. El no poder experimentar esto, nos hace inseguros, nos trae un vacío y vivimos con la constante necesidad de algo. Pero, cuando reconocemos a Dios como padre, rompemos la maldiciones de la orfandad.

¿Cómo identificamos a un padre?:
– Es fuente de vida (la fuente es origen, donde todo comienza). El que da vida es el padre.
– Es uno que provee un ambiente para que la familia crezca con propósito.
– Es uno que es capaz de dar su vida por los demás, es quien derrama su corazón por otros.
– El padre determina el destino de los hijos

Dios siempre está usando al hombre para mostrar su paternidad.
El título más grande que Dios le puede dar a un hombre es ser un padre.

Yo soy padre, también, como pastor de esta casa, se me ha asignado ser un padre espiritual, y he aprendido que no se trata de mi, es Él en mi, y mi corazón es poder dar amor, provisión, oración, ayuno por mis hijos, porque siempre queremos dar lo mejor a nuestros hijos. Yo creo en ti, porque Él cree en ti.

Hoy quiero decirte que Dios más que querer ser Dios, Él quiere ser un padre y anhela tener una relación con su hijo, con su hija.
¡Dios es un padre que anhela lo mejor y nos da lo mejor! ¿Como lo sabemos? Quedó demostrado a través de ese regalo tan preciado, entregar su propio hijo por amor a nosotros.

Recordemos que la paternidad de Dios viene por revelación, y es imprescindible conocerlo como Padre porque es Él quien transfiere propósito y destino.

En lo natural es el padre el que da vida, es por ello que cuando un hijo nace el primer apellido válido es el del papá y va de generación en generación.

Asimismo acontece en lo espiritual, Dios padre es quien nos da vida y propósito y la bendición que recibimos de su parte es una herencia que se extienda a nuestros hijos, nietos y bisnietos.

Jesús fue el modelo perfecto para darnos a conocer al Padre y yo soy usado como su papá espiritual para que usted siga conociendo y viendo la imagen de Dios como padre.

Para conocer a Dios como padre debemos aprender a conocer como es su corazón, para ello debemos pasar tiempo en oración y comunión con Él.

El amor viene desde el corazón, no desde la cabeza, no se ama bajo condición ni con la razón, debemos amar al Padre y a otros como Él nos ama, y su amor es sin condiciones.

Ahora les enseño algunas características del corazón de Dios como Padre:

1.- Es incondicional y compasivo, así nos indica Efesios 3:19 “y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”.

2.- Siempre se derrama y entrega para corregir y direccionar, como lo establece Hebreos 12:6 “Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo”.

El amor del Padre es para bendecir a otros; es decir, cuando amamos a otros los empoderamos en su propósito y destino.

Dios busca en este tiempo darse a conocer a sus hijos como padre y de forma continua revelar su amor, propósito, dirección e identidad.

La intención de Papá es levantar una generación llena de su amor y que esta herencia sea trigeneracional que quebranta y va en contra del espíritu de horfandad que opera actualmente en la tierra.

Padre que en esta hora descienda el manto de tu amor y que podamos venir confiadamente como hijos.
Señor cambia nuestras vestiduras y que toda horfandad salga de nuestra vida y nuestras generaciones, porque a través de tu palabra tomamos la herencia que nos pertenece y es trigeneracional.