Este día vengo con una asignación específica de cómo debemos estar preparados para recibir un milagro,  es importante y propicio para esta época.

Primeramente, hay un fundamento que debemos tener presente y es reconocer que el hacedor de milagros es el Señor y que nosotros somos un canal, pero tenemos que estar disponibles para que Dios obre en milagros en la vida de otras personas.
Estudiando lo que está en Juan 6:1-2, me llama la atención cuando dice que una gran multitud seguía a Jesús, quiere decir que a simple vista no se podía contabilizar la cantidad de personas que lo seguían y al ver la razón por lo seguían era por las señales que hacía el Maestro, por lo que nos damos cuenta que un milagro es una señal del cielo para la vida de una persona.
Al observar Mateo 14:13-21, de nuevo señala que había una gran multitud y que Jesús tenía compasión de ellos, si nos fijamos detalladamente hay una clave aquí que es para poder operar milagros basada en la compasión; la compasión significa sentir el dolor de otro, al observar que cuando Jesús sintió lo que ellos sentía “sanó a los que de ellos estaban enfermos”.
Además en este contexto los discípulos le dicen al Maestro que es tarde y que envíe a la multitud a comer porque tenía hambre y que una vez de saciar esta necesidad regresara, pues ellos sabían que había algo más para la multitud, pero la respuesta de Jesús fue “en ustedes está el poder para atender a todos” y allí les muestre cuán amplio es el Reino y cuán poderoso es su Padre y ora por los alimentos multiplicando los panes y los peces.
En Marcos 6:30, los discípulos le dieron un reporte a Jesús de todo lo que ocurrió en un lugar donde fueron enviados y en Lucas 9:10-17, Jesús los lleva a otro lugar y la gente supo que Jesús estaba allí y lo recibieron, Él empieza hablarles del Reino y mientras lo hacía sanó a todos que necesitaban un milagro.
En Marcos 16:14-18, Jesús se les apareció resucitado a los discípulos y los reprende por su incredulidad producida por la dureza de su corazón, por lo tanto, cuando una persona es incrédula es por que tiene el corazón endurecido así que debemos orar para que su corazón sea de carne, se doblegue y se rinda y así pueda salir la incredulidad. Cuando el corazón se ablanda puede venir la fe y los milagros ocurren.
Cuando el corazón de carne de una persona está unido a la fe, la incredulidad no existe y las señales los siguen, los demonios huyen y los milagros ocurren.
El cristianismo sin milagros es solo una religión más, una filosofía, porque Dios siempre está haciendo milagros, Él quiere siempre hacer y depende del hambre que tenga la gente.
Las naciones de la tierra tienen hambre de experimentar un cambio y somos nosotros los que cargamos los milagros, por eso Dios cambió tu corazón para que te atrevas y las señales te sigan.
Cuando Jesús oyó que la gente tenía hambre dijo “es momento de hacer una señal”, Iglesia es momento que comiences a provocar y ejecutar los milagros y las señales te seguirán.
Mientras más grande sea la necesidad más grande será el poder de Dios, el hambre está y falta alguien que diga voy a satisfacer esa necesidad porque estoy lleno del poder de Dios y las señales me seguirán.
Toda la situación actual ha traído mucha decepción pero también ha empoderado a la Iglesia para obrar milagros. Si usted cree que Jesús está vivo lo normal es ver milagros.
¿Cómo se recibe un  milagro?
Lo primero que debemos entender es que el mundo lo necesita, pero también tenemos que entender que el mismo mundo, la religión, el humanismo, la política y la ciencia es incapaz de proveer un milagro.
La compasión sin poder es sólo simpatía, hay gente que cuando se encuentra alguien con una necesidad dice “ay que pena, que triste, cuando esté en mi casa oraré por usted”, eso es simpatía pero no hay poder de acuerdo a lo establece 2 Timoteo 3:5.
¿Qué debe hacer usted cuando se encuentra con alguien que tiene un problema y sabe que dentro de usted tiene el poder de Dios? Usted tiene que demostrarlo y ora para que el milagro se manifieste en la vida de esa persona.
La religión quiere definir a Dios de acuerdo a la mente de una persona, quiere obtener el favor de Dios de acuerdo a ritos y la Biblia dice que no es en nuestra fuerza sino es el poder de Dios.
Hoy día hay gente esclava y eso solo se cambia con el poder de Dios.
Si no tienes una relación con Dios, solo tendrás una religión.
A través de la relación íntima con Jesús se provocan los milagros porque Él nos comisionó para hacer los mismos milagros y hasta mayores cosas veremos y haremos, esta es la nueva era del avivamiento.
Cuando vas a operar un milagro en Dios debes desconectar tu mente porque a Dios se le entiende desde el espíritu, la gloria de Dios se está moviendo por todo lugar e irá con cada uno a donde quiera que vayamos y allí podremos tomar órganos de la eternidad y traerlos a la tierra.
Para que una señal te siga tienes que estar en movimiento, cuando dejas de moverte las señales se detienen, cuando te mueves en la fe de Dios las señales te comienzan a seguir.
Jesús aunque nació en un lugar iba de ciudad en ciudad, de región en región, no podía estar tranquilo, hay algo que lo impulsaba a moverse y donde quiera que iba ocurrían milagros porque entendió un principio y era que tenía que estar en movimiento.
El mundo quiere la respuesta que solo la Iglesia tiene, pero debemos estar en movimiento e irlas a llevar.
Si este mensaje te ofende estás en religión, pero si lo recibas con alegría y lo aceptas como señala Hebreos 11:3 harás algo y los milagros se empezarán a manifestar.
¿Cómo se provoca un milagro?
1: A través de la gloria de Dios: No se puede operar un milagro si no se está en la gloria de Dios porque está es su soberanía.
2: A través del don de milagros: Este don está muy activo en muchas personas y otras lo tienen que despertar.
3: Trabajando el milagro: No hay excusas para no ministrar un milagro porque Jesús nos empoderó y nos comisionó. Cuando trabajas en tu propio milagro trabajas en tu fe y creas una atmósfera de expectativa.
Si hay hambre de un milagro, el que está enfermo se sana, el que está postrado se levanta, el que necesita un trabajo se les abren las puerta y los que están deprimidos las cadenas se cortan porque hay poder en la sangre del Cordero.
Pueblo de Dios si ves que en este tiempo los problemas han endurecido tu corazón, pídele a Dios que lo cambie y la señal del cielo se manifestará en tu vida.