La Biblia está llena de misterios y es importante saber que, lo que tenemos escrito en la Palabra es el logos pero también tenemos la revelación.

Hay algunos que solo tienen el logos y no la revelación, esta viene del Espíritu Santo,  quien nos da la revelación de lo que leemos.

Dios nos puso en un lugar,  es decir, no fue el hombre el que se colocó en el Edén sino Dios mismo, y lo hizo para que lo labrase y guardase. Dios te puso en un lugar para que lo multiplicaras y lo guardaras.

Antes que usted viniera al vientre de su madre, Dios ya lo había hecho en la eternidad, usted y yo estamos predestinados por el Creador de todas las cosas.

Dios lo hizo del polvo, solo un hombre puede ser creado sobrenaturalmente de esa manera, del polvo nacieron dos riñones, un corazón y todo lo que conforma su cuerpo y organismo. Entonces, Él ya sabía que le iba a poner dos ojos, dos orejas y demás.

Pueblo, antes que te conociera tu padre y tu madre, Dios ya te había conocido porque nosotros venimos de la eternidad. Todo lo que hizo Jesús, tú y yo lo podemos hacer,  porque fuimos creados a su imagen y semejanza. En el corazón del Eterno había un plan divino, si el hijo existía yo también, en la fe de su palabra nosotros ya éramos.

Dios creó al hombre en la eternidad con un propósito, lo primero que creó fue los cielos, la tierra, ordenó todo y luego lo que tenía en su vientre lo trajo a vida, al hombre.

La tierra fue creada para el hombre, fue hecha para ti y para mi. Antes que Adán viniera a la tierra ya era, al igual nosotros antes de nacer ya éramos.

Empiece a disfrutar su estancia aquí, fuiste creado en y para la tierra. Dios hizo al hombre en el cielo para la tierra, nos hizo a nosotros en la eternidad para la tierra.

Edén es el ámbito donde Dios creó al hombre, han encontrado muchas cosas de la Biblia pero el Edén no lo van a encontrar porque es un ambiente, una atmósfera sobrenatural, es decir; donde quiera que vaya un hijo de Dios el Edén está con él.

Edén también se traduce con la palabra ¨delicia¨, que viene de deleite, si el hombre fue puesto en un lugar de deleite, entonces, ¿por qué tú no lo estás disfrutando?. Cuándo estás en deleite, no importa lo que estés pasando, estás feliz porque estás en el Edén.

Jesús vivía en lo natural como en lo espiritual. Fuimos creado en la eternidad por eso lo natural conoce tu voz.

El pecado mata y apaga el espíritu de Dios en ti, por eso debemos procurar mantenernos santos. Toda la gente que está afuera está predestinada pero en su mente tienen el pecado, si el hombre no puede entender los designios eternos es porque no ha estudiado el libro de Génesis.

Edén también es el lugar de donde se domina, es decir, tú no puedes dominar nada desde lo natural, lo natural se sujeta a lo espiritual. Somos seres espirituales que deben multiplicarse en la tierra, todo está a tú favor sólo tienes que trabajarlo, Dios te tiene la bendición, donde quiera que vayas en esa atmósfera, tienes el dominio.

La mente y el espíritu de Adán no eran naturales, porque él tenía comunión continua con Dios. Adán desde su cuerpo gobernaba todos los mundos, el mineral, vegetal, animal, etc. Tenía gobierno, aunque era natural también era espiritual.

El cuerpo de Adán no se sometía al tiempo ni al espacio, porque era un cuerpo celestial y se movía en un ámbito espiritual; cuando él pecó, se convierte totalmente en un cuerpo natural que se somete a leyes, muerte, corrompido, que se va a enfermar.

Cuando Jesús viene lo hace en un cuerpo natural, él muere y resucita en un cuerpo glorificado, ya no es 100%  hombre y 100%  Dios,  sino que ahora es 100% espiritual.