He estado enseñando que hay temporadas, ciclos y tiempos, y creo que debemos prepararnos para todo, porque el mundo entero ha pasado por muchas situaciones y hay cosas que el Espíritu de Dios quiere traer de nuevo.
Estamos entrando en nuevos tiempos y es por eso que vemos todo acelerado, si antes una temporada duraba un año ahora puede durar seis meses o menos, eso denota hacia dónde vamos, ahora rápidamente cuando salimos de una temporada entramos a otra.
En este sentido, el Espíritu Santo me llevaba sobre cómo debemos prepararnos para enfrentar estos movimientos sobrenaturales acelerados y me llevaba a meditar sobre el cambio de mentalidad de manera continua que debemos tener.
Si vemos que las cosas avanzan rápidamente, mi enfoque debe también cambiar, no me puedo quedar a la manera de pensar a la de hace un año porque las cosas hace un año eran diferentes.
Si vemos esto de otra manera podemos decir que los pensamientos que tenía ayer, hoy ya son añejos.
En Números 13:1-33, tenemos el pueblo de Israel recibiendo directrices de Dios a través de Moisés para entrar a la tierra prometida y veamos que siempre Dios cuando pide personas para cumplir un propósito específico estas deben cumplir con ciertos requisitos o características, aquí los pidió con condición de jefe.
En este pasaje vemos como uno de los espías (Josué y Caleb) con un reporte diferente infundió miedo al pueblo porque solo se acordó de lo malo. El sueño de Dios era introducir el pueblo de Dios en Canaán, una tierra de bendición, Dios en este tiempo también nos quiere introducir en una tierra de bendición y no quiere que su pueblo se mantenga pasando hambre ni necesidades porque su sueño es bendecirnos, porque Él dice que quiere bendecirnos hasta que sobreabunde.
El sueño de Dios es bendecirnos, pero tenga cuidado y no haga como el pueblo de Israel que se rebeló contra el sueño de Dios porque no querían conquistar y a pesar que tenía una promesa se olvidó de donde Dios lo sacó, viendo solo lo que sus ojos naturales percibían.
Si usted se pregunta porque el pueblo de Israel fracasó se dará cuenta que simplemente era porque tenía una mente de esclavo y de langosta, y una persona con mentalidad de esclavo no puede liberar a otro, porque para poder liberar a otro primero uno tiene que ser libre.
Solo los que reciben amor, saben amar, los que han sido liberados saben liberar, los israelitas habían salido de Egipto, de esa tierra de esclavitud, pero Egipto no había salido de ellos, ellos salieron de un lugar y se llevaron ese lugar en su ADN.
Pueblo de Dios, se vienen tiempos difíciles para este país, pero Dios también ha dicho que su pueblo será bendecido y no va a decaer, pero para que eso ocurra debemos sacarnos a Egipto de nuestro corazón.
Un pueblo o una nación no es grande por la antigüedad que tenga ni por el territorio ni por las riquezas que posea, sino por la manera de pensar de la gente, porque de acuerdo a Proverbios 23:7 somos el resultado de lo que pensamos.
Debemos cuidar muy fuertemente nuestro pensamientos y que influyen en ellos, cuidar hasta de quienes nos rodeamos porque si me la paso con puras langostas, termino siendo langosta, pero si estoy rodeado de mata gigantes termino siendo un mata gigantes.
Debemos cuidar la fuente de la información, que estamos viendo o escuchando, leamos Proverbios 4:23: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida”, Así es, la manera que tengamos de pensar es la clave para alcanzar el éxito, pues conforme a lo que usted piense va a determinar su éxito o fracaso.
Porque de él mana la vida”, Así es, la manera que tengamos de pensar es la clave para alcanzar el éxito, pues conforme a lo que usted piense va a determinar su éxito o fracaso.
Dios dice: cambia tu mentalidad porque naciste para ser bendecido, ¿pero que están viendo tus ojos?
Todo este proceso de mentalidad comienza con el nacimiento de una persona.
Hubo dos espías que tuvieron la misma experiencia que el resto, tuvieron en la misma tierra, vieron las mismas ciudades amuralladas y los mismos gigantes, pero percibieron todo diferente y dijeron que si se podía conquistar la tierra porque confiaban que Dios era mayor en ellos, mientras que los otros 10 veían todo malo. La pregunta es ¿Eres de la multitud que todo lo ve malo o de los que saben que Dios siempre nos da una salida?
En esta historia de la Escritura podemos ver reflejado tres tipos de mentalidad:
1.- La mentalidad egipcia, que es la esclava,
2.- Al estar en el desierto adquirieron la mentalidad del mendigo
y 3.- Al ver Canaán la mentalidad de conquistadores.
Revise en cuál está usted.
Veamos algunas características de estas mentalidades, la primera es una mentalidad sin identidad, porque siempre ama lo extranjero, es una persona rebelde, murmuradora, esperanzadora, idolatra, sin sueño, vive por vivir y habla en pequeño.
La segunda es víctima de su circunstancia, es sufrido, es avaro, se resigna, se conforma y solo piensa en su pasado.
El que tiene una mentalidad de conquista siempre tiene sueños, hay ambición positiva, es determinado, siempre tiene valor, tiene un corazón de guerra y campeón.
Tal vez usted tenía una mentalidad de conquistador y lo que ha sucedido con el Covid le hizo cambiar de mentalidad o viceversa, tenía una mentalidad de esclavo y ahora esta situación lo hizo cambiar.
Lo cierto iglesia, es que para cumplir los sueños de Dios lo que tiene que hacer es una reingeniería en su mentalidad, hay algo tan poderoso en las promesas de Dios y es que tenemos la mente de Cristo y nuestro Salvador no tuvo una mente de esclavo, leamos 1 Corintios 2:16.
El proceso de reingeniería consiste desaprender lo que habíamos aprendido para comenzar a aprender las cosas nuevas de esta temporada, pensar como el Señor.
Vayamos a 2 Corintios 10:4-5: “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,” vamos a vencer todas las temporadas que vienen no con nuestras fuerzas, sino con los pensamientos de Cristo en nosotros y si Él venció la muerte y resucitó al tercer día usted puede vencer cualquier obstáculo.
Renovemos nuestro entendimiento como lo establece Romanos 12:2, porque la voluntad de Dios es que cumplas todo y cada uno de tus sueños. No sé cuáles sean tus gigantes o esos muros que están delante de ti, pero lo que sí sé es que Dios te dio la autoridad para vencer.
Lo que he venido predicando es una introducción para estar preparados a entrar a la temporada nueva y no nos quedemos muertos en el proceso sino que sigamos comprobando que con Dios nada es imposible.
En este tiempo el Señor levanta a los Josué y Caleb, levanta a los conquistadores, a los mata gigante y destruye toda mentalidad de esclavo y mendigo.