Las últimas semanas, hemos estado hablando sobre el perdón y el arrepentimiento con la finalidad de prepararnos para Yom Kipur, por eso, para ponerlo en el contexto debemos entender de qué se trata esta festividad que celebra todos los años en Israel.
La palabra “Yom” en hebreo significa día y “Kipur” es expiación, por lo que sí unimos estas dos palabras, lo que quiere decir es que Yom Kipur es el día de la expiación, también es el día del perdón. Estas fiestas nosotros no la celebramos como en Israel, sin embargo; son para que nosotros las observemos. Es decir, proféticamente estas fiestas nos hablan de lo que está pasando en el ambiente espiritual.
La Biblia nos enseña que Moisés hablaba cara a cara con Dios, que él se apartaba y se iba a un monte para hablar con el Señor, y además, Dios le daba instrucciones para darle al pueblo, entre ellas, los diez mandamientos. Moisés era la voz de Dios, y recordemos que este año proféticamente es el año de la “voz de Dios”, es el mismo Padre hablándole a la Iglesia.
Dice la Biblia, que Dios se molesta con Israel porque volvieron a adorar a dioses paganos, luego de que Moisés descendiera del monte de hablar con Él durante cuarenta días. Luego tuvo que volver otros cuarenta días ante el Señor para clamar por el pueblo de Israel.
Asimismo, podemos ver que en el Nuevo Testamento, Jesús también estuvo cuarenta días en el desierto hablando con Dios para interceder por el pueblo, y no sólo eso, también fue tentado y acosado, por eso, alégrese si usted está siendo acosado o tentado, porque eso significa que está siguiendo el ministerio de Jesús. A pesar de ser tentado, nada impidió que Jesús cumpliera con el propósito que Dios le había dado; porque cuando el Eterno le da un propósito aunque el infierno se levante, Él lo va a cumplir, se oponga quien se oponga.
En Levítico 16:1-34, podemos ver que, ir ante la presencia de Dios no era cualquier cosa, sino que había que estar preparado de acuerdo a lo que mandaba el Señor. Tenía que estar vestido de lino, lo que quiere decir estar en santidad, y tener un cinturón de lino, esto, haciendo referencia a es estar sujeto bajo autoridad para estar en la presencia de Dios. También habla de lavarse el cuerpo, que es reconocer que tengo suciedad en mi cuerpo.
Con esto, quiero llevarlos a entender que, hay que venir en ciertas condiciones ante la presencia del Padre. Hoy tenemos que aprender a humillar nuestra vida delante Dios, somos salvos por gracia en Jesucristo. Humillarse delante de Dios quiere decir, que nuestra vida sea agradable ante Él.
En el mismo contexto, en Levítico 23:27 vemos que en el día de la expiación la sangre del cordero que es sacrificado, es derramada siete veces, las mismas siete veces que Jesús derramó su sangre antes de entregar su vida por nosotros. Pero actualmente no necesitamos un propiciatorio ni sacrificar un cordero para derramar su sangre, y la razón es porque la sangre de Jesús está siete veces sobre usted y sobre mí, nosotros somos el santuario. Jesús se entregó como cordero por expiación de nuestros pecados, Él ya nos cubrió y nos cubre cada día con su sangre.
Dice la Palabra que Dios le dijo a Moisés que una vez al año podía ir ante su presencia, pero en Cristo Jesús podemos ir todos los días delante del Señor, no necesitamos una fiesta una vez al año, no necesitamos la fiesta de Yom Kipur para estar ante de Dios, porque nosotros todos los días estamos cubiertos por la sangre del Cordero y en cualquier momento y cualquier lugar podemos presentarnos ante Dios.
El día de la expiación, según la creencia judía, es el día en el que todos los pecados son perdonados, incluso es el día en que los judíos se ponen de acuerdo para perdonar todas las deudas en Yom Kipur, pero en Cristo Jesús todo fue saldado y perdonado.
Levítico 16:16, nos enseña que a pesar de que Israel estaba viviendo en pecado, su presencia habitaba en medio de ellos. Hermanos esta nación y esta ciudad han cometido pecados, pero aun así Dios habita en ellas; nosotros hemos cometido pecados pero Dios sigue habitando en nuestra vida, en nuestra familia y en nuestro hogar, porque Dios está en todos lados.
“Yom Kipur”, para Israel es una fiesta, para nosotros es una señal del cielo, ellos están esperando la primera venida del Mesías, mientras que nosotros esperamos su segunda venida. El día de Yom Kipur es cada día que usted dobla sus rodillas, se arrepiente y le pide perdón al Señor.
Hay un mediador, que se llama Jesús, con su sangre fuimos lavados, perdonados y purificados, hoy la marca de Cristo está sobre cada uno de nosotros.